-Merlín me dijo que todos los seres que habitamos este mundo nacimos a partir del Caos, no le dí la importancia a sus palabras, hasta que tuve que pasar por la aventura más Caótica de mi vida.
La boda había resultado menos traumática de lo que esperaba, estaba segura de que seriamos la comidilla de Britannia, pero resulto ser en pequeña escala, al fin y al cabo Arthur era bastante respetado y yo no solo era uno de los héroes del reino, sino que mi reputación causaba bastante temor; a eso le agregábamos que a muchos no les parecía nada extraño vernos ahora como rey y reina.
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-No imaginé a nadie más siendo la reina- fue el comentario de una de nuestras doncellas mientras me ayudaba a acomodarme la corona.
Y bueno tiempo después habíamos anunciado que Camelot esperaba pronto a su primer príncipe, aunque la verdad no me gustaba como sonaba ese término, porque parecía indicar que habría más y realmente no estaba dispuesta a repetir esto, sobre todo por algo que aún no le decía a Arthur.
-Detuviste tu tiempo cuando tenías como 13 años- me había dicho Elizabeth- ¿Segura no habrá problemas con todo esto?
-Este cuerpo no es una ilusión- le aclaro- Cambie no solo su aspecto, sino sus funciones con magia y he logrado mantenerme en esta forma por cientos de años, así que todo está bajo control.
-¿Y si el bebé empieza a absorber magia?
No había pensado en esa posibilidad, realmente aun no podía sentir ningún poder emanar de él o ella, trataba de no darle tantas vueltas al asunto pero de vez en cuando la duda acudía a mi mente ¿Qué tanta magia tendrá?
-De prisa recuperen su brazo o se darán cuenta lo que una sola fracción del caos puede hacer.
Esa había sido la advertencia de la Dama del lago y con tantas cosas que aun desconocía, la incertidumbre estaba presente.
***
-De nuevo tan pensativa- dice Arthur mientras me lleva un plato de comida al laboratorio- ¿Qué te paso en la mano?- señala preocupado al ver mi palma sangrar y los frascos con químicos en la mesa.
-No es nada, solo estoy investigando algo- su rostro cambia a desaprobación, ahora debe creer que estoy pensando en experimentar con nuestro hijo o algo parecido.
-Merlín- me dice en tono de regaño.
-Quiero tener una pista sobre sus poderes de acuerdo, te juro que jamás le haría daño.
-Pero tampoco me gusta que te dañes tu misma- dice mientras hace aparecer una franela y la coloca sobre mi mano- ¿Te preocupa que no sea capaz de controlarse?
-Sí básicamente; sabes que existe un 99% de probabilidad que herede algo de la magia del Caos.
-Bueno supongo que sí ese el caso, debe haber una forma de sellar su poder hasta que pueda ser capaz de controlarlo, o podría ser una prodigio como tú, ¿A qué edad aprendiste a usar tu magia?
-No lo recuerdo, supongo que a los 2 o 3 años, pero fue porque los magos de Belialiun entrenaban a los niños como soldados, no quiero hacerlo pasar por eso.
-Ok, entonces encontraremos otra forma, pero deja de hacer cosas peligrosas.
-Bien, aunque también me gustaría saber si será un chico o una chica- digo cambiando el tema antes de que me prohíba venir al laboratorio por mi seguridad.
***
Giro una y otra vez en la cama, al parecer me será difícil conciliar el sueño, mi vientre está un poco más grande, pero no es eso lo que me causa incomodidad y finalmente me resigno, despacio me giro hacia Arthur y busco su abrazo. El movimiento lo despierta lentamente y tarda un rato en reaccionar.
-¿Ocurre algo?- me dice con voz somnolienta y asiento con la cabeza, entonces su expresión se vuelve alerta y gira hacia mí evaluándome.
-Estoy bien, no te preocupes- le digo mientras su mirada se relaja- Perdón por despertarte, solamente...
-¿No puedes dormir? ¿Tienes pesadillas?
-No, no es eso- le respondo.
-¿Tienes antojos?- me dice con la intención de salir de la cama, asiento de nuevo con la cabeza y tomo su mano antes de que se levante- Descuida puedo traerte cualquier cosa, ¿qué se te anto...?
No lo dejo terminar porque mis labios están en los suyos y parece captar mis intenciones.
-¿Segura?- dice aún medio adormilado.
-¿Qué? Te parezco gorda y poco atractiva- le reprocho para provocarlo y funciona, sus labios pronto están de nuevo sobre los míos y en un parpadeo se acomoda lo mejor posible sobre mí.
Estoy aprendiendo a disfrutar más estos momentos, total en unos meses habrá que alguien que no nos dejara estar a solas o dormir apropiadamente.
