Capítulo 28

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—Muñequita, te amo y todo linda. Pero no me hagas sufrir— decia Zaid sofocado, sudoroso, con respiración entrecortada —ya no puedo—

—De acuerdo, paremos a descansar—le entregue una botella de agua, estábamos en un área tradicional de Corea. Él me sonrió, le comencé a limpiar el sudor con una toalla que tome del hotel.

—No entiendo porque no quisiste descansar muñequita, tuvimos un largo camino —le acomode a su lado.

—No quería perder ni un solo segundo de este bello lugar— le acaricie el rostro, lo besé con una sonrisa. Me atrajo más a él, lo seguí besando.

—Y yo no me perdería ningún segundo de ti en este lugar, me encantaba verte tan emocionada— me acarició las mejillas.

—Ya quiero decirle a mis padres que somos mates y que nos amamos — me recargue en su cuello —quisiera poder estar así en Fray o Deiley. — me beso el dorso de la mano.

—Cuando volvamos, ya podremos decirles. Si antes no lo hicimos recuerda que fue por la situación difícil que estaban pasando por tu tío Evan y Andrea — asentí  y en eso se acercó una señora nativa. Y comenzó a hablarnos, mire a Zaid, él medio entendía el idioma según me contó en el avión. Estudio 7 meses en linea Coreano.

—Nos está preguntando, que si queremos hacer un ritual de paz espiritual—

—Claro que si—la seguimos a una de las casas antiguas, tuvimos que darle nuestros nombres completos, edad y nacionalidad. Pagamos lo que costaba ese ritual de paz y perdí a mi novio de vista, supongo que lo vería luego. 

Una trabajadoras me llevaron para prepararme al ritual. Estaba usando un Hanbok, observe a Zaid y también estaba usando un traje tradicional.  Ambos llegamos a un hermoso jardín.

—Esto está muy cómodo, muñequita — admitió y en eso llegó el que iba a ser nuestro guía espiritual. Ah como pudimos entenderle nos tomamos de la mano, Zaid y yo.

Todo era un ritual muy pacifico, instrumentos, naturaleza, el hermoso sonido de aves, el del agua correr por una cascada.

Era la suficiente relajación que necesitaba "¿Qué más podía pedir?" Tenía al motivo de mis sonrisas frente a mi.

—Te amo — no pude evitar decirle, Zaid me acarició el rostro.

—Te amo mucho más — nos dimos un suave beso. El guía espiritual nos veía con una gran sonrisa.

Cuando nuestro guía espiritual dejó de hablar, nos entregó un té de flores, llegó un hombre trajeado con una sonrisa, traía un papel.

—Felicidades oficialmente — hablaba nuestro idioma—señor y señora Weisz, son la última pareja del día en casarse, bajo una ceremonia tradicional.—

De acuerdo ¡¿Qué?! — ¿De qué está hablando? ¿No es una ceremonia de paz interior? — el hombre de traje nos entregó el acta, Dios eso se veía muy oficial, había sellos.

—En efecto, uno tiene su paz interior al momento que se une espiritualmente con su esposa — Nos levantamos rápidamente.

—Ve a cambiarte muñequita, yo arreglo esto— asentí y me fui rápidamente a cambiarme, cuando volví vi a Zaid discutiendo ya cambiado con el mismo señor.

—Imposible—

—Señor, aquí está el contrato. Pidió una ceremonia de matrimonio, usted y su esposa pusieron sus nombres y firmaron. Oficialmente están casados, si me disculpa ya vamos a cerrar, si tiene dudas, vuelva mañana.—

—Volveré— estaba enojado, me encogí de los hombros cuando marco por teléfono — Hola, Amanda. ¿Podrías verificarme la validez de esta acta? — le mando una foto a su socia — te agradecería que investigaras—colgó.

Déjame volar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora