Hoy es el segundo día del segundo parcial, ayer dieron las calificaciones del pasado y los nuevos ajustes para las clases siguientes y no estoy orgulloso de mis mediocres calificaciones, ya sé que no soy muy brillante pero aun así si me esfuerzo sé que puedo conseguir algo mejor que sietes en matemáticas y ochos en lo demás... Aunque no estoy empezando precisamente con el pie derecho porque no desayuné y cuando no desayuno no me puedo concentrar en nada de lo que hago... Cómo sea, eso tiene fácil solución.
Llegué a la escuela temprano como siempre pero como siempre también, no fui el primero, Seito senpai ya estaba sentado en su lugar, o debería decir, ya estaba dormido en su lugar.
-¡Buenos días Senpai!
Nunca obtenía respuesta de su parte y no me molestaba, nadie más en la clase se acerca a hablarle así que con que me escuche estoy satisfecho. Así suelen ser las mañanas con él, los dos solos en el aula, él dormido y yo preparándome para las clases, esperando a que lleguen los demás. A pesar de que su compañía no es la más cálida o amena, disfruto de no sentirme tan solo en estos minutos sabiendo que él está ahí en tanto llega mi amigo Fudou.<--(nunca llegó)
Me levanté y me dispuse a ir por algo de comer, cualquier cosa bastaría hasta que en la puerta me topé con Heather, la extranjera que tiene vuelto loco a medio salón, no, a media escuela.
- ¡Ah! Hola Ukyo-kun, ¡buenos días! - dijo muy animada como siempre.
-Ho... hola Heather - respondí tartamudeando, me cuesta un poco hablar con chicas bonitas.
- ¿A dónde ibas? ¿Te acompaño?
- ¿Ehh? Bueno amm... Si quieres, voy a comprar a...
- ¡Perfecto! Vamos a comprar... ¿Qué dijiste que querías? -decía eso mientras me tomaba del brazo y me jalaba hacia afuera, ni siquiera dejó sus cosas.
Antes de salir noté que Senpai movió ligeramente la cabeza, quería preguntarle si quería algo, pero Heather literalmente me arrastró con ella y ya no pude decirle nada a Senpai.
- ¿Quieres algo Heather? Yo... Puedo invitarte si quieres algo.
- ¡Ay qué lindo gracias! Pero traigo mi dinero así que no te preocupes, solo venía por unos dulces por si me da hambre entre clases. -Y me sonrió, vaya que es linda, no es como si me gustara, pero ya lo dije, es bonita. - ¿Y tú? ¿Qué vas a comprar?
- ¡Ah! Emmm... Un jugo y un pan, es que no desayuné.
-Ups jaja, te agarraron las prisas ¿eh?
-Sí, algo así...- Si ella supiera que la razón de mi demora fue que me quedé jugando con mi hámster... *imagen mental del hámster corriendo en su esfera*
- ¿Y cómo te fue en tus calificaciones?
-Ay, no muy bien en realidad...
- ¿No? Pero he visto que eres listo.
-Bueno, no me fue fatal pero no estoy feliz con lo que saqué, especialmente en inglés y matemáticas.
- ¡Oh qué curioso! Precisamente es en esas materias donde mejor me fue.
- ¿De verdad?
-Nah, pero... ¡Cuando quieras que te ayude ven conmigo y con gusto lo haré, podría serte de ayuda, aunque sea un poco!
-Gracias qu- qué linda.
-No es nada.
-E-en realidad creo que te tomaré la pa-labra. -"Habla bien estúpido" pensé.
- ¡Cool! ¿Estás libre después de clases?
-Emm... Sí, por ej-emplo ¿Hoy?
-Hoy martes, miércoles y jueves ¿Te parece?
-Sí, e-está bien.
-Bien. Oye, ¿Puedo hacerte una pregunta?
-Claro, dime.
- ¿Siempre tartamudeas?
Maldita sea, yo y mis tonterías, qué pena.
-Ah bueno, eso es... es que yo...
- ¡Heather! - Se escuchó la chillona y afligida voz de una persona que ahora era mi salvadora, pero no la conocía.
Ya estábamos por llegar al principio de la fila, la chica que apareció de la nada se abalanzó sobre Heather, parece que era una de sus amigas de otro grupo, cuando finalmente avanzamos, cada quien pidió lo que quería comprar, quería integrarme a la plática, pero a la vez me daba pena por mis tartamudeos, además, parecía que si me metía sería aún más incómodo porque por lo que entendí, acababan de rechazar a esa amiga... Como sea no pude decir nada más porque su amiga se la llevó para contarle. Me pregunto si... Le gustará el café.
Regresé al salón tranquilamente y una vez ahí, antes de irme a mi lugar, pasé casualmente al lado del lugar se Senpai y coloqué la lata de café en su pupitre, siempre se duerme en las clases y seguro afectó sus calificaciones, no sé por qué me preocupa, creo que podría ser porque siempre está solo, tal vez eso le gusta, pero si yo estuviera en su lugar, supongo que me gustaría que alguien fuera amable conmigo, y si yo puedo ser esa persona con él, eso me hace sentir bien.
Las clases transcurrieron normalmente, estaba más entusiasmado que de costumbre, ¿Sería porque Heather me ayudaría? Nah, ella es bonita pero no me gusta, esas son palabras mayores, y hablando de la reina de Roma, ya era hora de reunirme con ella para estudiar. Caminé hacia su pupitre y le hablé.
- ¡H...Heather! - ¡Otra vez no!
- ¿Estás listo Ukyo-kun? - Ella volteó a verme y me sonrió, su sonrisa sí que es cautivadora...
-Sip, ¿Iremos a la biblioteca?
-Oh, ¿No quieres ir a mi casa a estudiar?
- ¿Eh? - ¿¡A su casa!? No habla enserio ¿¡O sí!?
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Heather
RomanceUkyo creía que era un chico normal... Pero ¿Qué es a lo que llamamos normal?