𝐓𝐡𝐞 𝐥𝐚𝐬𝐭 𝐬𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭 (𝐿𝑒𝑜 𝒶𝓃𝒹 𝐹𝒾𝒶𝓉) [EN PAUSA]

Capítulo 2: ¿Baloncesto?

-¿¡Están preparados!?- exclamó Leo con un grito.
Fiat no podía quitarle los ojos de encima al mayor, parecía que algo le molestaba de él pero al mismo tiempo ¿porqué no podía dejar de hacer esa sonrisa tonta cada vez que lo veía?.
El entrenador ordenó que se hicieran equipos para ver la capacidad de cada uno, empezaron las competencias, cada uno agarró un balón y empezó a formarse en fila para empezar a encestar, pasaron todos hasta que llegó el turno de Fiat, un, dos, tres, *salto* y....no encestó, ni siquiera se acercó, al caer de dobló el tobillo y Leo fue corriendo a ayudarlo (claro, porque era el capitán), al momento de acercarse a él Fiat evadió todo contacto físico y se paró como si nada hubiera pasado. Luego de lo sucedido el entrenador ya tenía más en mente quienes entrarían en el equipo, empezaron a anunciar a los seleccionados, Bai, Klau, Yong, etc.....
-Terminamos- mencionó el entrenado dándose la vuelta junto con Leo, pero en ese momento.
-LEOOOOOO- se escuchó en todo la cancha, efectivamente, era Fiat quien sin darse cuenta ya estaba tomando la mano de Leo y jalándolo para hablar con él, al momento de llevarlo con él quedaron cerca, demasiado cerca, podían hasta oler el sudor del otro y por alguna extraña razón a Fiat no le causaba ni el mínimo asco que le causó al entrar por primera vez a la cancha.
-¿Qué quieres?- le preguntó Leo.
-Mira, se que nos acabamos de conocer, y a lo mejor no me quieras tratar luego de que te molesté, pero en serio necesito quedarme en el equipo, mi beca depende de esto, no te pido tanto, solamen...(lágrimas empezaban a caer de los ojos de Fiat).
-Está bien, pero tienes que tomar clases especiales, porque eres pésimo para esto- decía Leo mientras limpiaba las lágrimas del menor.
Se despidieron (mientras se alejaban Leo no sabía ni porque le había dicho eso, se sintió tan mal y tan confundido de verlo llorar). En unas cuantas horas le llegó un mensaje a Fiat de Leo *estas en el equipo*, ni el ni nadie sabía cómo Leo consiguió tan rápido su número pero fue la su emoción de ese momento que no le dio tanta importancia.

•Al día siguiente•
Alrededor de las 8 a.m iba llegando Fiat a la escuela, más guapo que nunca, ese día le importaba más su apariencia física que cualquier otra cosa, llegaron las 3 p.m y ya estaban todos listos para el primer entrenamiento de baloncesto.
-Fiat necesito hablar contigo- le susurró Leo
-Tengo que darte las gracias por..- le contestaba Fiat mientras Leo le tapaba la boca y lo acercaba a él
Fiat sentía algo extraño en su estómago, ni el podía describirlo, solamente sabía que se quería quedar ahí, entre los músculos de Leo, pero en un abrir y cerrar de ojos Leo lo soltó y le empezó a hablar
-Como ya estás aquí y no quiero que a mi me vaya peor por hacer que te quedes te propongo clases privadas para que mejores- mientras lo decía no podía dejar que sus ojos no brillaran.
-Estás loco- dijo Fiat haciéndose el difícil.
-Que terco eres, o ¿prefieres perder tu grandiosa beca?- dijo Leo retándolo y agarrándole la mano.
-Está bien, está bien- dijo alejándose y con las
manos sudando frío.

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Espero lo disfruten mucho, perdón por los fallos, trataremos de hacer lo mejor