Mi instituto es diariamente intimidado por un chico de nombre Niall James Horan desde tiempos que yo aún no sé. Fui transferida al recinto cuatro semanas atrás y soy la única persona —o al menos eso creo— que no le teme al niñito de ojos azules.
Él se cree un “malote” o “chulo” como prefiero yo llamarle.
Los rumores que corren, son escalofriantes.
¿Pero estamos todos seguros de que son realidad?
¿“Chico malo”? Sí, claro.