Extra.

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Reino de La Hoja

- ¡ Sasuke, eres un idiota! -

- Si a ti te encanta, no se por qué te quejas, además pronto serás mi esposo así que no tienes porque avergonzarte. - Decía con un tono desvergonzado haciendo que el otro se sonrojara totalmente.

- Una cosa es en la habitación, y otra muy distinta que me pongas las manos encima delante de todos, ¡ Idiota! . - Una almohada fue lanzada a la cara del moreno impactando de lleno en la misma. Naruto estaba totalmente enfadado ya que Sasuke lo acosaba en cualquier lugar y a cada momento. Era cierto que llevaban ya un par de años juntos como pareja, pero el echo de que ese día los pillaran en acción, no era algo de lo Naruto estuviera muy contento.

Ese día había estado ayudando a su padre con algunos documentos, después de lo cual salió a dar un paseo por el jardín para despejarse un poco. Dado que el clima era tan agradable, al final terminó tumbado bajo un gran árbol que allí se encontraba, para cerrar sus ojos y terminar dejando que sus sentidos se deleitaran con las sensaciones que aquel ambiente transmitía. Paz, serenidad, alegría... un paraíso para el descanso que el joven necesitaba. La relajación era tal, que su mente empezaba a desvanecerse llegando este a caer en un estado de somnolencia.

Aquella escena no duró mucho, puesto que Sasuke había llegado al lugar y percatándose del mismo, se acercó para colocarse encima y besarlo, dando paso a que Naruto despertara.

- Sa..suke - La mano del moreno se posó sobre la mejilla de Naruto para posteriormente volver a besarlo de manera suave, pero poco a poco la cosa se calentaba. Ese beso fue siendo cada vez más intenso. El rubio puso sus brazos alrededor del cuello del anterior y cuando este se percató, comenzó a bajar sus manos poco a poco hasta los botones de la camisa y desabrocharlos, dejando al descubierto el pecho de su lindo beta. Se separó para devolver su mano hasta la cara de Naruto, quien se encontraba recuperando el aliento con un rubor muy tentador en sus mejillas.

- Tan lindo, - paseaba su pulgar sobre el labio inferior. Naruto tan solo cerraba los ojos. Inmediatamente comenzó a bajar su mano haciendo que las yemas de sus dedos se deslizaran sobre aquella blanca piel, tan delicadamente, que el rubio soltó un suspiro y Sasuke tragó hondo. No sabía si iba a poder controlarse.

Estaban tan sumidos en su mundo, que no se percataron que ambos padres llegaron al lugar pillándolos infraganti.

- Ejem. - Captaba así la atención de la pareja el rey, a quien el comportamiento de ambos no parecía correcto. - Esta bien que os demostréis cariño, pero no creo que este sea el lugar. - Sasuke chasqueó su lengua, mientras que Naruto se sonrojaba totalmente para posteriormente empujar al otro y que se apartara de encima suyo.

Volviendo al presente, el cojín era devuelto contra la cara del rubio, quien si lo esquivó.

- ¿ Aún sigues molesto?, ¿ acaso eres una princesita o qué? - Esto terminó de cabrear a Naruto, aquel idiota no tenía tacto alguno.

- Ya veo, así que no te arrepientes... bien, espero que te guste dormir solo. - Sasuke había ganado la batalla pero no la guerra. Cuando el beta salió de la habitación, este ni siquiera pudo responder, tan solo se quedó allí sin decir palabra alguna.

Tiempo después, Naruto se encontró con Shisui, con quien conversó largo y tendido. Desde lo de Obito, éste siempre había mostrado un carácter tan amable, que para Naruto se convirtió en una especie de hermano mayor.

- Y es por eso que estaré durmiendo por mi cuenta durante un tiempo. - Decía mientras hacía puchero cruzando sus brazos en el proceso. Shisui rio, por alguna razón le recordaba a cierto moreno.

Brillo destinadoWhere stories live. Discover now