Capítulo 3

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Cuando Winston abrió la puerta para que todos pasaran, Laura se sintió aliviada, todos y cada uno de sus amigos estaba con vida y allí dentro.

El refugio era una habitación grande, antiguamente debió de haber servido como un aula, aunque pequeña para la universidad, tenía aproximadamente 25 metros cuadrados. Desde que la descubrieron en su primer año de carrera, todos los miembros del grupo la fueron decorando con cosas que les gustaban. Tenían pósters de videojuegos que jugaban Alex y Parmino, una cantante pop que Winston adoraba, una serie que le gustaba a Elaia, etc. A lo largo de los meses habían limpiado lo que serían años de polvo acumulado, habían comprado una mininevera entre todos y poco a poco fueron convirtiendo esa aula abandonada en su pequeño rincón. Instalaron la cadena para que nadie pudiese entrar mientras ellos estén adentro y lograron hacerse con una llave de esa clase para poder cerrar cuando se fueran.

Le habían cogido cariño a esa sala, había sido para ellos un lugar donde reunirse y simplemente relajarse, su propio refugio para estar juntos y relajarse. Ahora, esa sala se había convertido en su auténtico refugio. El cuarteto entró junto con los demás mientras se saludaban y algunos se abrazaban, el miedo era algo que todos tenían en común. Las preguntas hacia los recién llegados no se hicieron esperar, era normal, 3 de ellos tenían manchas de sangre en la ropa y algunas partes de la cara, Pertino tenía un fusil y un revólver en la cintura mientras que Laura seguía con el machete en la mano, que aún chorreaba la sangre rojiverde de esa cosa.

- ¿Qué demonios os ha pasado a vosotros? - exclamó Elaine, una chica del grupo con el pelo castaño oscuro y largo, delgada y un pelín dramática y negativa.
- Si te contáramos Elaine, sería una larga historia - dijo Alex con una voz que denotaba su cansancio.
- Mira el lado bueno - dijo Winston, un chico con el pelo oscuro y corto, directo, realista y con un sentido del humor en ocasiones un poco raro - a juzgar por la situación tendremos bastante tiempo para hablar hasta que nos muramos.
- Ya está el pesado este otra vez con lo de que todos nos vamos a morir - dijo Luke, otro chico del grupo del cual a pesar del tiempo no sabían mucho, aunque era un chaval bastante majo y agradable por lo general, tenía el pelo corto, aunque bastante más largo que Winston, y usaba un par de gafas de montura cuadrada - desde que llegamos aquí hace 10 minutos no ha parado de decir que todos nos vamos a morir.
- Bueno, perdona por decir la verdad - dijo Winston con un tono de desdén - pero no sé si has visto por esa ventana lo que hemos visto los demás. Esas cosas nos van a acabar matando, ni todos esos soldados han podido acabar con ellos, solo han sido 10 minutos y ha no se escucha ni un puñetero disparo. ¿Sabes acaso lo que significa eso? Significa que han perdido, además aquí dentro no sé qué esperas que pase, porque lo que pasará será…
- ¡Vale ya! - dijo Pertino - no es momento para estar así, aún no sabemos con claridad lo que está pasando, si nos empezamos a alterar desde ya, las cosas no nos irán bien.
- Oye Perti - dijo Alex - les cuentas todo ¿Vale? Yo me voy a dormir, estoy agotado, han sido los 10 minutos más agotadores de mi vida.

Tras decir eso, Alex se dirigió a una esquina de la habitación, era una zona donde Alex normalmente se iba en el pasado. Ni siquiera esperó una respuesta de Pertino antes de irse, en cuestión de segundos de apoyar su cabeza en su almohada, tenían mantas y almohadas que habían ido llevando con el pasar del tiempo, Alex cayó profundamente dormido.

- Y bien ¿Qué os ha pasado? - dijo Elaine mientras todos dejaban de mirar a Alex para volver a centrarse en la conversación.
- Claro, ahora nos ponemos al día, pero antes déjanos acomodarnos por lo menos - dijo Laura mientras se dirigía a las sillas que tenían en una parte de la sala.

El refugio era bastante grande, lo suficiente como para poder dividirse en pequeñas zonas, en una parte habían agrupado unas mesas que ya estaban en la sala para hacer trabajos allí, tenían el espacio para que los 11 pudieran sentarse a la vez, la mesa estaba en la parte derecha del aula, mientras que Alex se había ido a dormir a una esquina que había en la parte izquierda del cuarto, donde habían puesto mantas, almohadas y un par de puffs. Tenían un par de estanterías con libros en la esquina contraria a Alex, la puerta estaba en la mitad de la pared.

The end of the trip (sigue siendo provisional pero queda mejor que el otro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora