Daniel tenía los ojos fijos en la chica mientras esta se desvestía, cuando ella empezó a levantarse el vestido y dejó ver su ropa interior el chico se metió la mano por debajo de sus pantalones sin apartar la vista ni un segundo.
Ella, viendo lo que Daniel estaba haciendo decidió hacer lo mismo.
- Me gusta que me mires mientras lo haces. -Dijo él con una voz grave.
Después de estar dándose placer durante un tiempo con la mirada del contrario encima llegaron al clímax.
- Joder. -Dijo Daniel mientras llegaba al orgasmo.
Abril no respondió porque no era capaz de controlar su respiración ni sus piernas.
Tras varios minutos en silencio Abril le dio las buenas noches y tras recibirlas de vuelta colgó la llamada.
Cuando ella estaba a punto de dormirse le llegó una notificación al WhatsApp de parte de Daniel. "Espero que la próxima vez que llegues sea conmigo."
"Sueñas" contestó simplemente, tras eso bloqueó el móvil y se dio la vuelta para dormir.
Abril se despertó a las 12 am con un leve dolor de cabeza. Al darse la vuelta vio encima de su escritorio un cruasán, un zumo, un paracetamol y una nota. "Supongo que lo necesitarás, si necesitas algo más mándame un mensaje ;)"
Desayunó tranquilamente y tomó la pastilla que su compañera de habitación le había dejado; tras eso revisó sus redes sociales, dándose cuenta de que sus amigos habían hablado por el grupo de WhatsApp.
Estela: Gala y yo vamos a ir a la biblioteca a estudiar. ¿Viene alguien?
Adrián: yo estoy súper jodido, otro día si eso.
Abril: yo me apunto, pero después de comer.
Estela: nos vemos en el comedor a las 14:30.
Como eran ya las 12:30 decidió darse una ducha relajante y vestirse con un top blanco y unos pantalones vaqueros anchos.
Cuando se terminó de duchar y preparar todavía eran las 14:00 decidió llevar un paracetamol y un vaso de agua a Adrián.
Picó a su puerta y al poco rato le abrió el chico con ojeras, el pelo despeinado y con la poca ropa que Abril le había dejado ayer puesta.
- Te traje esto. -Dijo ella entrando en la habitación como si fuera la suya.- Abre las ventanas un poco que aquí huele a tigre.
Acto seguido le dejó el vaso y la pastilla encima del escritorio para después dirigirse hacia la ventana, la cual abrió entera para que corriese el aire.
- Me acabo de levantar por primera vez de la cama.- Respondió Adrián volviendo a tumbarse.
- ¿Te puedo robar una sudadera? Traje pocas, cuando volvamos a casa tengo que traer más.
Adrián asintió ya tumbado en la cama y Abril se fue para dejarle descansar ya que ya era la hora de la comida.
Cuando entró en el comedor se encontró en una mesa a Estela y Gala con cara de sueño. Comieron intercambiando pocas palabras y al terminar se acercaron a la comida para llevársela a Adrián ya que este no tenía ganas ni fuerzas para salir de la habitación.
Mientras Estela le dejaba la comida en la habitación al chico Abril entraba en la suya para seleccionar las asignaturas que trabajaría en la biblioteca esa tarde.
La puerta de la biblioteca era grande y de madera, el interior destacaba por sus techos altos, ventanales grandes y pasillos largos, lo cual daba una gran sensación de amplitud. Las mesas eran de madera, del mismo color que las estanterías largas repartidas por toda la biblioteca.
Las chicas se sentaron en una de las mesas cercanas a los ventanales ya que la biblioteca estaba medio vacía y tenían sitio para escoger.
Las tres amigas se pasaron la tarde en la biblioteca estudiando y haciendo trabajos de la universidad mientras Adrián en su habitación intentaba recordar algo de la noche anterior.
Como un intento por recordar algo se acercó a sus pertenencias que había llevado la noche anterior para probar suerte, y la tuvo: se encontró en su chaqueta una caja de tabaco medio vacía junto con un mechero.
Se pegó a la pared de su habitación y se dejó caer lentamente hasta quedar sentado en el suelo, había estado durante un año intentando dejar los malos vicios que tenía y por emborracharse había recaído en el más adictivo y habitual.
Precisamente por eso había estado evitando las fiestas, ya que estas normalmente iban acompañadas de droga, y el verdadero problema fue cuando ya no necesitaba fiestas para necesitar drogas.
Tras ver la caja de tabaco durante un rato se vistió, la metió dentro de sus pantalones y decidió salir de la habitación a dar una vuelta con la idea de deshacerse de ella.
- Justo venía a dejarte la cena. -Le sorprendió Estela cuando estaba a punto de llegar a su puerta sosteniendo la comida.- ¿A dónde vas?
- Necesito aire. -Contestó en un tono condescendiente.
- ¿Me llevo la cena?
Sin contestarle cogió el sándwich que traía la chica en la bandeja y le pegó un par de mordiscos.
- Gracias. -Le sonrió.
En la habitación 28 se encontraban Abril y Sara hablando de lo que había pasado la noche anterior.
- ¿Quién te vendió la droga? -Le preguntó a Abril desde su cama.- No me gusta que te metas en ese tema.
- Fue la primera vez que lo hice, mis amigas me dijeron que era normal hacerlo de fiesta y cuando me obligaron a salir a fumar con ellas nos lo vendió un chico..
- ¿Me estás diciendo que te drogaste por presión social? Esas amigas no te convienen nada Sara.
- Me daba miedo que me dejaran de lado por no actuar como ellas.
-¿Cómo era el chico que te lo vendió? -Preguntó la pelirroja con curiosidad, notando la incomodidad de Sara hablando de sus amigas.
- Era más alto que yo, rizoso, no me acuerdo bien. Solo sé que tenía un tatuaje en el cuello y una chaqueta de cuero negra.
Con esos detalles Abril empezó a hilar la descripción que Sara le había dado y llegó a la conclusión de que ese chico era Daniel.
Abril finalizó la conversación y se preparó para ir a la cama ya que estaba muy cansada, había sido un día largo.
Cuando por fin se tumbó en la cama recibió dos WhatsApp.
Daniel: "Me gustaba la sudadera que llevabas hoy pero no era de tu talla. Espero que no intentes ponerme celoso."
Daniel: "Buenas noches."
Sin darle más vueltas apagó el teléfono y se giró para intentar conciliar el sueño.
Fuera de la residencia Adrián todavía seguía dando tumbos por la calle dándole vueltas a cómo una simple fiesta pudo echar a la borda un año entero de rehabilitación. Le alarmaba no saber ni recordar si el tabaco era lo único que había consumido durante la noche.
Se sentó en un banco fuera de la facultad y se dedicó durante unos minutos a darle vueltas a la cajeta en sus manos. Pasaron otros pocos minutos y empezó a tener ganas de encender un cigarro, así que se levantó y siguió caminando para buscar dónde tirarla.
Cuando llegó a la papelera más cercana se estuvo debatiendo entre si hacerlo o no pero pensó que un último cigarro no le haría daño, así que volvió al banco se sentó y encendió el que creía que sería el último.
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NA
Esperamos que os esté gustando :).
Hemos escrito esto a la 1 de la mañana teniendo mañana clase, sacamos tiempo de donde podemos. Lo juramos.
Los votos y los comentarios nos hacen mucha ilusión y es lo que nos motiva para seguir escribiendo. 👉🏻👈🏻
Kiss en la forhead :P
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Habitación 28
Teen FictionAbril, Adrián y Estela empiezan una vida nueva en una residencia de estudiantes, pensando que sería una vida tranquila y normal con nuevas amistades, hasta que se encuentran con el ex de uno de ellos que llega con una mochila cargada de secretos, m...