∆• ¿Una evaluación importante en el primer día? ¡¿Quién quede en el último lugar es expulsado?! Oh. Las cosas no van exactamente bien para alguien en particular- y no es quien tu piensas. •∆
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El sol brillaba a través de las cortinas ligeramente translúcidas en el rostro de Steven. Se acostó allí por un momento, empapándose en los rayos del sol, antes de acercarse a su mesita de noche, con mucho cuidado tomando su teléfono para mirarlo en ese momento. Se suponía que su alarma lo despertaría en siete minutos.
Una chica baja con el pelo largo de color rojo que se desvanecia a blanco balanceó su cabeza a través de la puerta abierta mientras golpeaba ferozmente.
"Oye, pajarito de mierda. El desayuno está listo, vístete. " Frunció el ceño ante los insultos, pero no era nada nuevo. ¿Quién sabía que tener hermanos implicaba odiarlos y amarlos hasta la muerte? No él.
Arrojó una almohada que tenía en represalia con suficiente fuerza detrás de ella para cerrar la puerta. Kaida corrió por el pasillo como siempre lo hacía. Ella era un espía para alguien más joven que él. A regañadientes se puso su uniforme de colegio, jugueteando con su corbata.
Tan estaba de pie en la cocina haciendo el desayuno mientras tarareaba junto a alguna canción en la televisión. Kaida estaba sentada en la mesa con Nami, haciendo la cara más inocente que podía reunir. Se sentó al otro extremo de la mesa para evitar ser pateado por la niña de 12 años.
Tan le sirvió un poco de sopa de miso y salió para recuperar su computadora portátil de trabajo. Nami lo miró pensativa.
"Tan empacó tu mochila llena de las cosas que podrías necesitar".
"Oh... No necesitaba hacer eso." Él no es un niño. Él puede hacer su propia maleta. Lo empacó todos los días para enseñar, y puede continuar haciéndolo para aprender.
Ella se encogió de hombros "Él quería".
Realmente debería haber esperado esa respuesta. A Kaida no le gustaba la ayuda con nada y era testarudo. Tan y Nami nunca tuvieron hijos propios de los cuales preocuparse o de los cuales ocuparse antes que Kaida y él. Nunca pudieron tener hijos después de Kaida- complicaciones y todo eso. Después del tercer aborto, dejaron de intentarlo. Era demasiado doloroso.
Tan se acercó para darle una palmadita a Kaida y Steven en la cabeza. "Me voy. ¡Que tengan un gran día en la escuela! "Y con eso, se puso los zapatos y se fue.
Steven también estaba saliendo y se tiró la bolsa al hombro. Tropezó a un lado y se encontró con la puerta principal. El peso inesperado de la bolsa era sorprendente. — '¿Qué ha puesto aquí?'
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El campus era abrumadoramente masivo. Steven se abrió camino a través del edificio entrando y saliendo de los pasillos. Después del quinto giro equivocado, empezó a sentirse un poco frustrado. Ya estaba harto de esto. Apenas puede encontrar el camino a casa desde la estación de tren. ¿Cómo iba a ser capaz de localizar dónde está todo en esta escuela masiva?
Su horario también era confuso. Tenía los horarios de sus diferentes clases, pero el número de sala siempre fue el mismo. Tal vez fue así debido a la orientación o algo así... Él dirigió una escuela antes, él realmente debería saber esto ya. El número de la clase pasa a través de su cabeza en un bucle para asegurarse de que no lo olvidará.
Para su sorpresa, se las arregló para encontrar la habitación que estaba buscando. Algunas personas estaban de pie frente a la puerta abierta. — ¡Oh! ¡Por fin, eso duró una eternidad! Al acercarse reconoció al instante a los dos que estaban en medio de la puerta. Corrió hacia ellos saludando con la mano.
