– Oye Timbi, deberías felicitar a tu padre por su cumpleaños.
– Él nunca me llama, ni siquiera sabe que existes y a mamá tampoco le interesa.
– Pero quizás...
– Basta, si ellos no me quieren en su vida, no los voy a andar persiguiendo. Que sea cumpleaños de alguno me da igual. Me podría estar muriendo de hambre por ahí bajo su consentimiento y ellos no harían nada para ayudar a su hijo. – se fue a su habitación, estaba enfadado.
Sus problemas de ira no se manifestaban mucho por culpa de Rius, pero ese tema era sensible. El peliblanco lo dejó un rato tranquilo, por mientras estudió. Pero ya pasada la hora volvió con él.
– ¿Amor? – preguntó al cruzar la puerta.
– ¿¡Qué?!
– No me grites.
– Perdón bebé, tu Timbi está... agh, detesto esto. – se levantó y le dio un corto abrazo.
– No debí haber insistido.
– No tienes culpa de nada.
– Ok – su ánimo mejoró y comenzó a juguetear con el cabello cerúleo del mayor.
– Me haces cosquillas. – cerró los ojos, sintiendo el contacto. Rius intentaba alegrarlo. – jajaja... te quiero, pollito.
– Yo también Timbi, demasiado.
– Tengo examen mañana, es una lata porque debo estudiar.
– Te ayudaré.
– Si gustas.
Luego de cenar volvieron a la habitación del mayor y se sentaron con algunos cuadernos en la cama.
– La ingeniería naval y la arquitectura se parecen mucho, las dos se basan en matemáticas. – analizó Rius. – vamos a hacer algunos cálculos... – comenzó a escribirle unos ejercicios en una hoja. Luego su novio estuvo un rato desarrollándolos pero el peliblanco notó que no iba muy bien. – ¿necesitas ayuda?
– No, motivación es lo que necesito. Estoy demasiado aburrido y no avanzo.
– ¿Quieres motivación? yo te la doy, cada ejercicio bueno equivale a un beso o chupetón.
– ¿Dónde yo quiera dártelo?
– ... Timba, ahí no, estamos estudiando después de todo.
– Jaja, claro, perdón. – sonrió risueñamente y siguió con los ejercicios, esta vez de manera eficiente.
– Vas bien.
– Terminé, ¿Cuántos tengo buenos?
– Joder, contestaste todos bien. – estaba asombrado.
– Lo que hace la motivación. Son 10 ejercicios, ven aquí bebé.
– Adiós piel sin chupetones. – despidió. Se quitó la polera.
– Uno – fue en el hombro, dejó una pequeña marquita morada y dio una lamida sobre ella. – dos – en la clavícula.
– Ah⁓ en los brazos no porque no podría usar poleras manga corta.
– Como ordenes... tres. – mordió su cuello y chupó hasta marcarlo.
– Mhm⁓ ahm⁓
– Cuatro – fue más brusco y succionó un área más grande. – date la vuelta, quiero tu espalda.
– Ok⁓ – hizo lo indicado.
– Cinco – fue en el omoplato.
– Aaah⁓ no debí sugerir esto⁓
– ¿Por qué? ¿no te gusta? – sabía que disfrutaba, pero quería pincharlo un poco.
– Me estás dejando todo marcado, tendré que olvidarme de hacer natación.
– Ojalá el piedras las viera para que se entere de que eres de alguien llamado Timba. Seis. – en la nuca.
– Timbi⁓ – gimió.
– Y ojalá ese tal Mason también viera mis marcas.
– Hablando de Mason... va a venir a hacer un trabajo conmigo mañana.
– ¿De verdad? siete. – en el otro hombro.
– Mhh⁓ sí⁓
– ¿A qué hora? ocho. – en la espalda baja.
– Ahah⁓ a las 5.
– Mierda, a esa hora no estaré aquí. Nueve. – en un costado.
– ¿Y~y qué si no estás?⁓
– Quería nada más estar.
– No seas tan celoso, pobre de ti que te aparezcas, te dejaré sin sexo por un mes si lo haces.
– ¿¡Un mes?! ¡diez! – mordió la piel del contrario.
– ¡Mph!⁓ –ahogó el gemido en la almohada.
– No seas cruel. No me voy a aparecer, haz tu trabajo tranquilo, pero no me castigues por cuidarte.
– Te excedes.
– Perdona a este hombre por no querer verte sufrir nunca más.
– Mason es un buen amigo y no me haría nada.
– Si tú lo dices, confiaré.
– Gracias Timbi.
Siguieron estudiando pero esta vez normalmente.
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2°a temporada del otp / YAOI HARD
Hayran KurguNO es un 30 días otp, es solo la segunda temporada de uno uwu No es necesario haber leído el otp para entender lo que pasa. Tendrá MUCHO YAOI, protege tu mente.