El eterno amanecer. Quinta parte

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Nie Mingjue miraba a Xue Yang como Nie Huaisang miraba las pinturas de las exposiciones de arte. Inspeccionaba cada detalle del rostro de Xue, buscando cualquier indicio de mal comportamiento, mala disciplina o maldad. Nunca había hecho crímenes sin justificación, había asesinado y secuestrado, pero lo había hecho con fundamentos claros y justos.

Aun así, deseaba mantenerse lejos de todo eso, drogas, prostitución, tráfico de órganos. Solo se encargaba de su negocio, cambiando placeres por dinero, daba sueldos a sus trabajadores y a sus clientes les daba privacidad y silencio.

- ¿Por qué lo hiciste? – le preguntó al chico frente a él – Entiendo que son, y eran, malas personas, pero tus motivos... quiero saberlos –

Xue Yang puso los ojos en blanco antes de contestar: - Me ofrecía dinero, en muy buenas cantidades –

- ¿Para qué era ese dinero? –

Xue Yang volteó para ver a Huaisang, como diciendo "¿en serio?". Huaisang se cubrió con su abanico y se rio – Mi hermano te hace preguntas, sé sincero y te ayudaremos –

- Lo usaba para pagar comida, rentas, matrículas de universidad, medicina de Xingchen... -

- ¿Drogas? ¿Sexo? – interrumpió Mingjue, dándole por fin un poco de espacio a Yang - ¿Apuestas? –

- No soy un idiota – dijo soltando una carcajada – Esas porquerías te fríen el cerebro. He probado algunas, pero no me haría adicto a eso... tengo mejores cosas en las que ocupar mi dinero – se cruzó de brazos, negándose a explicar aquello. Y Huaisang sospechaba que su renuencia a las drogas se debía a la influencia de Song Lan y Xiao Xingchen.

- Bien, puedes quedarte – decretó el Nie – Te cuidaremos en lo que pasan estas... circunstancias. Si quieres trabajar, puedes unirte a mi equipo... -

- ¿Me viste cara de prostituto? – Huaisang soltó una carcajada mientras Nie Mingjue se sobaba una cien.

- Xue Yang, no todos los placeres encontrados aquí son sexuales – dijo Huaisang – Hay quienes disfrutan de bailes, demostraciones o simples pláticas y compañía – Xue Yang volvió a reír – Pero claro, si quieres ofrecer servicios de ese tipo... Mingjue puede conseguirte clientes con los que tú quieras trabajar –

- Eres sigiloso, podrías ser mensajero – sugirió el mayor – Eso si deseas un trabajo algo fijo, tendrías dinero para comida, medicinas y para pagar tus estudios... aunque eso debería detenerse por ahora... -

- Sí, no creo que dejen a un asesino estudiar en sus salones... -

- La Unidad de Investigaciones Especiales podría ser clemente, quizás y te den poco tiempo en prisión y cuando salgas puedas retomar trabajo conmigo y estudios en alguna universidad. Eso si te entregas... -

La conversación acababa de volverse algo oscura. Esas eran las palabras clave: si se entregaba... quería decir que ellos no lo entregarían. Xue Yang les miró sorprendido.

- ¿Entonces... no me entregarán a los Lan ni a las autoridades? – ambos Nie compartieron una mirada, después lo voltearon a ver a él y negaron con la cabeza - ¿Por qué? – ambos Nie se encogieron de hombros – Solo... me ayudarán... y ya... - asintieron repetidas veces, Mingjue con una mueca de fastidio y Huaisang con diversión - ¿Debo darles algo a cambio? –

- Me has dado la información de Ruohan que quería... es suficiente para mí – mencionó el Nie menor, poniéndose de pie – Te dejo con mi hermano para que arregles una habitación y decidas si quieres trabajar con nosotros... serías un prostituto muy bonito y cotizable –

Huaisang dejó el lugar, bajo el sonido del gruñido animal de Yang.

- Nie Mingjue... ¿Por qué tú no me entregarás? –

En tonos grises (ChengSang)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora