🍒Mi trabajo de mierda yo no lo escogí🍒
Yo no elegí estar aquí, pero ahora que lo estoy trataré de hacer lo mejor posible, para así, algún día poder alejarme lo más que pueda de aquí.
En esa despedida de soltero fui como acualquier otra, pero lo q...
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Narra Rubén
Las manos de Samuel recorrían con delicadeza mi cuerpo, comenzando por mi espalda y terminando en mis muslos, repartía besos por todo mi cuello, de mi boca salieran jadeos cada que mordía débilmente aquella zona, mi cuerpo se arqueaba cada que Samuel pasaba sus manos por mi culo.
Pero esta vez su tacto se sentía tan diferente... esta vez él no pagaría por mí y yo no robaría de su billetera, ni recorrería su cuerpo sabiendo que tenía que esforzarme para que él lo disfrute.
Ahora era diferente.
Desabotone lentamente los botones de su camisa, mientras Samuel bajaba el cierre de mi vestido. Quite su camisa y él quitó mi vestido.
Pase mis dedos por su pecho, lo tumbé totalmente en la cama y comencé a menear mis caderas, haciendo que el miembro de Samuel cada vez se sintiera más dudo bajo de mí, provocando que mi propio miembro también comenzara a endurecer.
Fui dejando besos desde sus labios, hasta descender a su abdomen bajo, desabroche su cinturón, su pantalón y baje su calzoncillo, mi mano cubrió parte de su gran longitud, subiendo y bajando mi mano, de su boca salían jadeos graves y cuando comencé a lamer su miembro estos jadeos aumentaron, sujetando mi cabeza para guiar mis movimientos.
Después de mucho juego previo, Sam se colocó la protección y se acomodó entre mis piernas, acariciando mis piernas, fue apuntando su miembro a mi entrada, entrando poco a poco, sujeté con fuerza las sabanas de la cama cuando sus movimientos se volvieron duros y rápido, entrando totalmente en mí y tocando aquel punto que me vuelve loco.
Nuestros gemidos parecían estar sincronizados, mis piernas querían cerrarse cuando estaba a punto de venirme, pero Samuel al notar esto, las tomó y las volvió a abrir, haciendo más fuerte su agarre, se sentía tan bien...
Ambos nos vendríamos pronto y así fue, cuando Samuel, después de aumentar la velocidad, también iba besando mi cuello.
Samuel salió de mí y se quitó el condón, para luego ir a tirarlo a la papelera del baño, consigo trajo papel higiénico y comenzó a limpiar mi semen quedo sobre mi pecho.
Volvió al baño a tirar el papel y regreso, se tumbó a mi lado, pasando su brazo por mi cintura, acercándose aún más a mí.
—Entonces... ¿te gustó la cita? —Preguntó después de unos minutos, haciendo que riera, pues creí que ya estaba dormido.
—He tenido mejores— Mentí y ahora los dos reímos, deje un beso en u mejilla— Ha sido la mejor cita que he tenido nunca.
—Si Fargan y Alexby quieren ir mañana con nosotros... iremos de nuevo.
—¿En serio? Pero si yo no gane— Sonreí y volví a dejar un beso, pero ahora en sus labios— Eres increíble.
