Just Give Me a Reason

We can learn to love again

iHello! i¿Cómo han estado?! Espero bien: 3 Bueno, esta es mi segunda entrega para este fandom, y espero no sea la última D:

Tengo unas cuantas malas mañas.

Bueno, espero disfruten de la lectura, la cual, está basada en la canción "Just give me a reason." de P!nk. Una de mis cantantes favoritas, espero les guste.

Disclaimer: Kuroko no Basuke/Basquet, no me pertenece (Ojala lo hiciera.) ni sus personajes. Para entender por completo este fic, creo yo, es un poco necesario haber leído el arco de Teiko, el capítulo está en el espacio tiempo de cuando Seirin gana el partido contra Touo. Pero saliéndose un poco del guión, para que estén avisados. Ahora sin más.

i A leer!

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                                     Just Give Me a Reason

"Just give me a reason just a second we're not broken just bent and

  we can learn to love again"

Un golpe tras otro, un eco tras otro, una canasta tras otra. Era todo lo que podía recordar de ese día, aquel en que odio lo que más amaba, en que perdió a quien más amaba. Su puño estirado a la nada, esperando ingenuamente algo que nunca volvería, un simple espejismo de lo que fue el inicio de su fin. Y ahí se encontraba otra vez entre sueños, rememorando como su alma fue rota en mil pedazos sobre una cancha.

Sobraban razones, el escudo en su corazón crecía día a día, nadie podía juzgarlo por ello, sin embargo, en su sueño varias luces de colores comenzaron a brillar, asemejando a bellas estrellas, su cuerpo tembloroso se veía tan lejano, sus sollozos ya no se escuchaban, y de repente, una paz interior lo embargó. Abrió sus ojos sorprendido, aun sin poder creer nada, giró su rostro y pudo ver a su actual equipo tirado a su lado, durmiendo. Era cierto, recién había acabado su partido contra Touo. Sus pupilas se dilataron levemente, aun observando sin comprender a sus compañeros; a sus amigos. Cerró sus ojos, soltando un profundo suspiro, una pequeña ráfaga de un tibio aliento dio contra su cabello, al alzar la mirada pudo ver a su nueva luz; Kagami Taiga.

La imagen de ese joven dormido era tentadora, mas no se permitió mirar más, no podía volver a caer, no podía. 

-Kuroko.

-Tetsuya.

- iKurokocchi!

-Tetsu.

-Kuro-chin.

-Tetsu-kun.

-Kuroko.

Las voces se amontonaban, hablando todas a la vez, dificultándole el entenderlas, el saber a quienes pertenecían, descubrió sus oídos, intentando así poder escuchar mejor, y lo logró. Una agradable melodía sonó y las voces a coro le calmaron. Y recordó, que hace poco había recuperado algo valioso para sí. Y después ya no había nada; absolutamente nada.

Cuando volvió a abrir sus ojos ya no se encontraba en el vestuario con sus compañeros moribundos alrededor, ahora un sentimiento cálido llenaba su pecho y ciertos movimientos le hicieron comenzar a carburar. Pronto supo lo que pasaba, el cabello rojizo de su compañero de equipo le dio la bienvenida y su ancha espalda le dio su ubicación.

-¿Kuroko? Por fin despiertas, serás, aunque no lo creas pesas.-

Le escucho decir, sin entender del todo como terminó en esa situación, y por su cara, Kagami debió entender su duda.