¿existen las casualidades? (ashley purdy y tu)

(cap. 1)

Hoy, te has levantado tarde, ya que no hay clase. Has visto un sobre encima de la mesa de tu cuarto... ¿qué será? Cuando la abres no te lo puedes creer... Es un billete de avión para ir a San Diego, Estados Unidos. Pero en el sobre también habia una carta, decía esto: "esta no es la sorpresa de hoy, solo es un avance, al final del día sabrás cual es tu regalo de verdad."
*Narras tú*
Estoy muy contenta por el regalo, pero soy muy impaciente y odio esperar... quiero saber cual es mi regalo, y tengo que esperar hasta la moche para saberlo. Voy a desayunar, no tengo mucha hambre pero tengo que matar el tiempo como sea, así que preparo el desayuno despacio: hago un zumo de naranja, un chocolate y tostadas. Mientras desayuno, veo que mi padre ha entrado en la cocina.
Papa: buenos dias princesa, felicidades. ¿qué tal ha dormido mi niña?-Mientras te da un fuerte abrazo.
Yo: ¡buenos dias papa! Genial, pero ha sido muy cruel por vuestra parte lo de la carta...
Papa: lo sé, pero cuando llegue el momento llevarás todo el día esperando y entonces te hará más ilusión
Yo: vale papa, como quieras
Después de recoger todo, me voy a la ducha. Pongo música, y mientras que suena Coffin, de Black Veil Brides, que es mi grupo favorito, me visto.
Papa: ¡Erin! ¿quieres que te lleve a alguna parte? Si quieres puedo llevarte a casa de alguna amiga...
Yo: no, gracias papa. Y sabes que no tengo amigas...
Papa: si que las tienes, o antes las tenías...
No le contesto. El sigue intentando que sea amiga de las chicas del colegio, pero yo no les gusto, ni ellas a mi.
Antes si que tenía amigas, pero ellas cambiaron, o puede que cambiara yo. Pero algo cambió en nuestra relación y no he vuelto a tener amigas de verdad.
Me paso todo el día escuchando musica, cosa que a mi padre no le gusta. Como el no está en casa, intento buscar el regalo.
Después de todo el día buscando, me doy por vencida: papa nunca seria tan estúpido como para dejar una sorpresa donde yo pudiera encontrarla.
Después de unas eternas horas, apareció con otro sobre en la mano. Corro como loca a abrirlo, y no me lo puedo creer...