• Fargexby Month •

16. Casa de papel

Fargan, uno de los delincuentes más grandes y peligrosos de la ciudad se encontraba por las calles oscuras, decidiendo que hacer en ese día tan nublado y triste, oculto por su traje y máscara de la hermandad.

Este tenía ganas de masacre, y para su suerte, hoy su novio Alex, se encontraba de descanso, lo cual significaba que había día libre para él.

- Hoy por fin puedo hacer algo divertido - Dijo para sí mismo viendo a lo lejos el banco de Karmaland. Se dirigió hacia él viendo como no le vendría mal algo de dinero extra en su inventario. Sonrió pícaramente y crujió todo sus dedos para luego acomodarse la máscara y dirigirse acelerando el paso hacia el edificio.

Mientras tanto al otro lado de la ciudad se encontraba Alexby sentado en el sofá de su casa mirando la hora y la puerta.

- Donde cojones se ha metido este chico a estas horas de la madrugada... - Se preguntó molesto recibiendo un sonido de su mascota "Jimmy" en significado de que él tampoco sabía. Suspiró algo molesto y se levantó del sofá vistiéndose con su uniforme de policía equipándose con las armas.

- Este seguro que ha aprovechado que estoy libre, creyendo que no lo conozco, para robar u otra cosa - Susurró andando hacia la salida de su casa.

Miró el mapa, el muy tonto se había dejado el localizador activado en este y se dirigió a donde le indicaba, el banco.

Fargan ya estaba dentro de este, no le costó ningún esfuerzo el insertarse burlando completamente a los guardias y los mecanismos de defensa que podrían haber delatado a cualquier delincuente en ese mismo momento.
Cuando ya se aseguró que no había ninguna cámara o guardia que pudiese reconocerle, se quitó la máscara para poder respirar mejor.

- Huh... - Suspiró agradeciendo el poder coger aire con facilidad y ver todo con más claridad.

- Okay, vamos a ver... ¿Donde estará el bote de la suerte?~ - Dijo en susurros, aunque con el eco y la capacidad auditiva de la cámara se escuchó por todos los rincones.

- ¿De cuál bote hablas querido? - Dijo Alexby, quien se encontraba tras sus espaldas con los brazos cruzados observando lo que hacía, aparentemente molesto.

El búho se quedó quieto, sonriendo levemente dándose la vuelta alzando las manos. Lo miró a los ojos y bajó la mirada por su cuerpo alzando lentamente la ceja derecha.

- ¿Te he dicho que estás muy sexy con el uniforme de policía? - Coqueteó mirando al menor.

- No desvíes el tema Fargan - Casi interrumpió Alex.

El mayor giró los ojos volviéndose a dar la vuelta para empezar a abrir cajones buscando el dinero, llevándoselo al inventario.

- Fargan que te estoy hablando. No no, te estoy ¡regañando! ¡Hombre! - Dijo poniéndose delante de él, aunque no infringió en nada dado a su altura.

Fargan siguió registrando los cajones cogiendo todo - No vuelvas a gritar, ¿acaso quieres que nos descubran?.

- ¿NOS descubran? Será que TE descubran - Se quejó señalándolo a la cara, teniendo que levantar el brazo a su altura perfecta. Fargan se rió levemente mirándolo de reojo.

- Cállate enanito - Se burló él volviendo a ver los cajones cerrándolos a la vez - Suficiente por hoy.

Alex rió tiernamente mirándole. Se abrazó a él entrelazando las piernas en sus piernas y los brazos en su pecho, haciendo que el mayor perdiera el equilibrio.

- Alex. ¡Quieto! - Se quejó este cayendo al suelo. En cuanto menos se dio cuenta, tenía atadas las piernas y los brazos esposados.

- Alex, fantasías sexuales aquí no... - Se sonrojó Fargan mirándole.

- Cállate guarro - Giró los ojos el policía. Lo cogió en brazos añadiendo el comando "Tp casa "Alexby11" apareciendo ambos en casa.

- ¡No!... - Lloriqueó el búho inmóvil, moviendo el cuerpo intentando escapar, quería volver.

- Se acabó el lloriqueo David, ¡que tienes 35 años! - Dijo desatando a este lentamente.

- No te pienso dar lo robado - Dijo mirando hacia la ventana tiernamente con un enfado leve, el solo quería diversión, y su novio se lo había quitado.

Alex se levantó y agarró de las mejillas a Fargan besándole lentamente. Segundos más tarde se separó y le sonrió negando con la cabeza.

- ¿Ya acabaste con el espectáculo? - Le preguntó el menor al mayor con una leve sonrisa, recibiendo un asentimiento de cabeza del mayor.

- Si... Pero mañana no dejaré que me atrapes.

- Intenta escapar haber si puedes - Rió el menor.