Bullying, Anorexia y un Angel - Niall Horan

Capitulo 52

Este es oficialmente el capítulo más largo que he escrito. Espero que lo disfruten <3

Niall

Desperté asustado con el terrible sonido de mi celular, cogiéndolo al instante y apagándolo. Me tiré de espaldas nuevamente sobre la cama y solté un largo suspiro. Ya era hora.

Me pasé las manos por el cabello, soltando otro suspiro y finalmente levantándome de la cama. Cogí una chaqueta, poniéndomela encima, y al segundo de estar a punto de salir de mi habitación se me cruzó por la cabeza la idea de que, posiblemente, a Ale le haga frío por más que tuviese mantas en el coche, por lo que regresé hasta mi armario para coger otra chaqueta. Por el rabillo del ojo pude divisar la funda de mi guitarra con la guitarra en su interior. Fruncí el ceño pensando en si debía cogerla o no. Si la llevaba y no la usaba, no habría problema, pero si quería usarla y no la llevaba sería trágico. Me colgué la funda de la guitarra en el hombro y finalmente salí de mi habitación.

Caminé con rapidez hasta la habitación de Lucy debido a los nervios que había estado cargando durante todo el día y toqué la puerta un par de veces, gritando un "Vamos saliendo, Ale" y recibiendo un "en seguida" de su parte.

Bajé rápidamente las escaleras tras recibir aquella respuesta dirigiéndome a la cocina, sacando los sándwiches, las frutas y el jugo, llevándolo al auto y metiéndolo dentro de la mochila, dejando la guitarra ahí también, todo lo más rápido para que Alejandra no lograse ver nada por las ventanas de la casa. Una vez todo perfectamente acomodado en el maletero del auto, troté de vuelta al interior de casa, temiendo encontrarme a Alejandra buscándome. Por suerte, todavía no había bajado las escaleras y luego de un par de minutos escuché la puerta de la habitación de Lucy abrirse, dejándome mucho más tranquilo con la certeza de que no me había visto salir y volver a entrar. Ambas chicas bajaron hasta estar junto conmigo exactamente frente a la puerta de entrada de mi casa.

Lucy se despidió de Alejandra con un fuerte abrazo y un beso en la mejilla, sacándome una enorme sonrisa que me fue inevitable esconder. Me acerqué a Lucy, cogiéndola en brazos y dándole un sonoro beso en la mejilla haciéndola reír y luego un beso en la frente. Mientras la dejaba nuevamente en el suelo le dije que no me esperase despierta hasta que volviera, sabiendo que acostumbraba a hacerlo cuando salía a algún lugar que no fuese una fiesta. A regañadientes aceptó y, tras despedirse de Ale nuevamente, volvió por donde vino, perdiéndose escalera arriba.

Abrí la puerta de entrada, haciéndole una reverencia a Alejandra para que saliese primero. Negó con la cabeza, sonrojada, y salió sin decir nada. Cerré la puerta tras de mí luego de salir yo también.

— ¿Alguna idea de dónde podríamos ir? -habló mientras caminábamos hacia el coche-. Se me había ocurrido un lugar al que fui una vez con mi padre.

— De hecho -le abrí la puerta del auto una vez llegamos ahí, dejando que ingresase al mismo-. Tenía planeado ir a un lugar sorpresa -dije todavía sin cerrar la puerta, cargando mi peso sobre ella.

— ¿Sorpresa? -frunció el ceño. Yo asentí con una sonrisa y cerré la puerta antes de que hiciera más preguntas.

Mientras le daba la vuelta al coche dejé salir el suspiro número millón del día.

Todo irá bien, Niall.

Entré al coche en mi respectivo lugar en el asiento del piloto, al lado del de Alejandra, evitando mirarla a toda costa. Sabía que estaría mirándome y esperando que le dijese dónde iríamos, podía sentir su mirada sobre mi persona. Encendí el motor tras darle media vuelta a las llaves del coche y cuando puse mi mano sobre la caja para poder avanzar, una mano se posó sobre la mía.