Diagon Alley

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Eryx no negaría que quedarse el resto del verano junto a los Weasley era algo demasiado divertido y acogedor, en especial por que normalmente no se sentía tan feliz en un lugar, hasta su cabello a estado amarillo lo que resta del verano y volvió a comer con normalidad. Al notarlo tan flaco, la señora Weasley lo hice comer 5 raciones en cada comida. Se divertía con los gemelos Weasley explotando cosas en el cuarto de estos.

Ginny normalmente se ponía nerviosa ante la presencia de Harry. Ese día había tirado un cuenco con algo dentro que Eryx no logro ver. Se sentó en su lugar y vio la comida.

—Han llegado cartas del colegio —dijo el señor Weasley entregando a Eryx, Harry y a Ron tres sobres idénticos de pergamino amarillento, con la dirección escrita en tinta verde—. Dumbledore ya sabe que están aquí, Harry y Eryx; a ése no se le escapa una. También han llegado cartas para ustedes dos —añadió, al ver entrar tranquilamente a Fred y George, todavía en pijama.

Hubo unos minutos de silencio mientras leían las cartas. A Eryx le indicaban que cogiera el tren a Hogwarts el 1 de septiembre, como de costumbre, en la estación de Kings Cross. Se adjuntaba una lista de los libros de texto que necesitaría para el curso siguiente: 

Los estudiantes de segundo curso necesitarán: 

—El libro reglamentario de hechizos (clase 2), Miranda Goshawk. 

—Recreo con la «banshee», Gilderoy Lockhart. 

—Una vuelta con los espíritus malignos, Gilderoy Lockhart. 

—Vacaciones con las brujas, Gilderoy Lockhart. 

—Recorridos con los trols, Gilderoy Lockhart. 

—Viajes con los vampiros, Gilderoy Lockhart. 

—Paseos con los hombres lobo, Gilderoy Lockhart. 

—Un año con el Yeti, Gilderoy Lockhart. 

Después de leer su lista, Fred echó un vistazo a la de Harry—¡También a ti te han mandado todos los libros de Lockhart! —exclamó—.El nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras debe de ser un fan suyo; apuesto a que es una bruja.

—Y demasiado—Dice Eryx con el ceño fruncido, ira a retirar dinero a Gringotts de la cuenta de sus padres cuando lleguen al callejón Diagon.

 En ese instante, Fred vio que su madre lo miraba severamente, y trató de disimular untándose mermelada en el pan.

 —Todos estos libros no resultarán baratos —observó George, mirando de reojo a sus padres—. De hecho, los libros de Lockhart son muy caros... 

—Bueno, ya nos apañaremos —repuso la señora Weasley aunque parecía preocupada—. Espero que a Ginny le puedan servir muchas de sus cosas. 

—¿Es que ya vas a empezar en Hogwarts este curso? —preguntó Harry a Ginny. Ella asintió con la cabeza, enrojeciendo hasta la raíz del pelo, que era de color rojo encendido, y metió el codo en el plato de la mantequilla. Afortunadamente, el único que se dio cuenta fue Harry, porque Percy el hermano mayor de Ron, entraba en aquel preciso instante. Ya se había vestido y lucía la insignia de prefecto de Hogwarts en el chaleco de punto.

—Buenos días a todos —saludó Percy con voz segura—. Hace un hermoso día.

Se sentó en la única silla que quedaba, pero inmediatamente se levantó dando un brinco, y quitó del asiento un plumero gris medio desplumado. O al menos eso es lo que Harry pensó que era, hasta que vio que respiraba. 

—¡Errol! —exclamó Ron, cogiendo a la maltratada lechuza y sacándole una carta que llevaba debajo del ala—. ¡Por fin! Aquí está la respuesta de Hermione. Le escribí contándole que te íbamos a rescatar de los Dursley.

Colors - Harry PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora