CCCLXXXIII

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"¡Bajen allí en este instante!" Gritaba un joven mirando hacia el techo "¡Es peligroso y van a hacerse daño!"

"¡No puede ser con estos niños!" Exclamo Fátima negando con la cabeza "¡A la tumba! ¡Es a donde me van a llevar a la mismísima tumba!"

Gabriel y Beelzebub llegaron en medio del ajetreo, uniéndose a la multitud alrededor, cuando alzaron la vista para observar que era lo que provocaba tanto escándalo, quedaron tan sorprendidos como el resto.

"¡Si alguien se acerca disparas!" Gritó un pequeño niño quien trataba de colocar un tripee en la superficie inclinada del tejado.

"¡Enterado!" Respondió con fuerza su compañera, apuntando hacia abajo con una resortera.

"¡¿Cómo llegaron allá arriba?!" María puso las manos sobre la cadera, no podía saberse si estaba más sorprendida o asustada.

"¡Magdalena llama a Jesús, él es al único que parecen hacerle caso, Pedro por favor trata de trepar y bajarlos de allí!" Ruth dio indicaciones a toda velocidad, parecía estar familiarizada con esa clase de situaciones.

Cuando el chico dio un paso al frente, algo explotó contra sus pies, soltando humo al impactarse con el suelo.

"¡¿Qué rayos fue eso?!"

"¡Ni un paso que tengo más potentes!" Se burlo la niña cargando con rapidez su infantil arma para descargar una ola de proyectiles a gran velocidad, alcanzando incluso a Gabriel y Beelzebub.

"¡¿Cómo es que unos niños tan pequeños llegaron allí?!" Dijo el Alpha con la boca abierta, mientras el pelinegro se agachaba para recoger una de las balas.

"Son tronadoras..." Murmuro el más joven, mirando la envoltura con detenimiento "Mis hermanos y yo las hacíamos todo el tiempo cuando éramos niños..." Sonrió con melancolía.

"¡¿Cómo que las hacían?!"

"Si... Con algo de pólvora y envoltorio de periódico, yo las mejore de la construcción original, digamos que fue una de mis primeras patentes... Me sorprende que esa chiquilla tenga algo tan parecido..."

"¡Niños!" Gritó María enojada "¡Bajen ahora! ¡Van a lastimarse severamente si se caen!"

"¡En cuanto termine con esto!"

"¡En cuanto termine nada! ¡Les juro jovencitos que si no están aquí a la cuenta de tres tendrán graves problemas! ¡Uno, uno y medio! ¡Dos, dos y medio, dos tres cuartos...!" Los niños ni siquiera parecieron escuchar, mientras seguían cada uno en sus actividades.

"¡Beelzebub!" Fátima corrió en dirección al pelinegro "¡Tú subías todo el tiempo al techo! ¡¿Cómo lo hacías?! ¡¿Cómo podemos bajarlos?!"

"B-bueno, si hay una forma, pero no creo que alguna de ustedes pueda hacerlo..."

"¡Mandaremos a Tadeo o Pedro! ¡Pero necesitamos saber cómo!"

"Mmm... No creo que sea tan fácil de explicar..." El Beta miró entre la mujer y los pequeños, frunció el ceño, pensando en lo deteriorado que debía estar tras tantos años "Yo iré..."

"¡¿Qué?!" Exclamaron Fátima y el castaño al mismo tiempo.

"Si, es más fácil que lo haga yo, Gabriel estate atento por si alguien cae, vuelvo enseguida"

"¡¿Cómo que si alguien cae?!"

Pero Beelzebub ya había salido corriendo a toda velocidad, con una agilidad increíble, trepo por un viejo árbol, de donde lo perdieron de vista.

Si yo tú, si tú yo contigo 200 - Finalizado [Good Omens]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora