Mi nueva vida como Kyūbi (DXD)

Capitulo 38: La misión

Riser Phenex se encontraba en su habitación, el muchacho estaba sentado en el borde de su cama mientras pensaba en cosas que solo el sabría.

Despues de ser derrotado por el joven kistune, sus padres le habían hecho una bronca. Si bien no tenían rencor hacia el zorro, el que haya interrumpido una boda no es algo en el que ellos estén de acuerdo.

Igualmente agradecían el acto del kyūbi por el hecho de patearle el trasero a su hijo. ¿¡Qué clase de padres estarían felices de ver a su hijo siendo molido a golpes!? Bueno, el ego del Phenex eran tan molesto que ni los propios padres estaban a gustos con ello.

Desde entoces Riser ha estado un poco más tranquilo, sus propios padres lo han felicitado por el cambio que ha tenido, incluso sus hermanos lo han adulado, tampoco es que haya tenido un gran cambio, pero el esfuerzo se agradece.

Mientras el muchacho pensaba, alguién había tocado su puerta. Al parecer era su hermana que venía a entregarle algo. Riser se levantó y abrió la puerta con naturalidad

Riser: ¿Qué quieres? -Dijo con tranquilidad.

Ravel tenía en sus manos lo que parecía ser una carta dirigida para el, no sabía lo que contenía ni de quién era. La chica solo suspiró y vió a su hermano con serenidad.

Ravel: Al parecer hay una carta para ti.

Riser: ¿Carta de quién?

Ravel: No lo sé, pero parece importante.

La chica solo entregó la carta y vió a su hermano que tenía una mirada confundida hacia el sobre, solo esperaba que no fuera algo malo.
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Sona Sitri se encontraba en su oficina firmando varios papeles, la chica tenía una mirada cansada al ver la gran cantidad de papeleo que tenía que firmar.

Era sábado y la academia estaba vacía por obvias razones, las únicas personas en dicho lugar eran ella y talvez Rias que estaba en el club de ocultismo.

La chica solo suspiró y empezó a recordar lo que había pasado hace varios días con Haru. Un sonrojo vino de su parte y sacudió su cabeza para tratar de olvidar aquel momento. Ella no lo sabía pero su cabeza echaba humo ante tales pensamiento.

Igualmente su primera vez no fue como ella se imaginó, ella suponía que la primera vez tenía que ser con amor y delicadeza, algo digno de recordar pero... debido a lo inexperto que ambos jovenes eran, digamos que no fue una primera vez de ensueño.

Sona solo se vió el brazo y notó algunos arañazos que el chico le había dado por accidente. Y no olvidar de la mordida que Haru le brindó a la demonio cuando ambos se unían. El kitsune estaba plenamente apenado por eso pero no lo hizo de manera intencional, se podría decir que fue su instinto que actuó por si solo.

El chico se lamentaba ese día, era su primera vez, se le puede perdonar, igualmente Sona no entendía mucho sobre este tipo de cosas, asi que ambos eran unos inexpertos que sabrán llevarlo bien poco a poco.

Sona seguía con su papeleo hasta que notó que la puerta de su oficina se abrió, para su sorpresa la persona que se hizo presente fue nada más y nada menos que Rias. La Gremory lucía feliz, ella caminó hasta ponerse frente a Sona con una mirada alegre.

Rias: Oh Sona, ¿todavía no terminas?

La pelinegra solo suspiró con exhaustitud y se acomodó las gafas.

Sona: *Suspiro* Digamos que ya casi. -Comentó con cansancio.

La chica solo vió algunos de los rasguños de Sona y rió.