Ella solo quería ser amada, pero la gente la malinterpretaba cuando ella decía eso.
Ella no necesitaba un chico o una chica, no necesitaba ni quería un amor ajeno, ella quería el suyo, quería amarse, quería mirarse al espejo y sentirse que era lo ún...
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¿Qué tengo depresión? ¿Y ansiedad? ¿Por qué? ¿Qué está mal conmigo?
Mi casa está hecha un caos, todos están patas para arriba y eso es a causa de mi reciente diagnóstico. Sabía que no debía ir ni al psiquiatra, ni al psicólogo, sabía que ellos me alterarían, ellos están mal, no yo... no yo.
Unos golpes en mi puerta me hicieron salir de mis pensamientos, así que limpie mis lágrimas con la manga de mi suéter de punto verde y le di permiso a quien quiera que sea.
Papá entró por la puerta, ese día descubrí que siempre que hubiese un asunto serio él entraría por la misma y sin decir ninguna palabra el me abrazó, mientras yo me ponía a llorar en su pecho. No lo supe en ese entonces, pero papá creyó que el me había heredado su depresión, pero no, yo ya estaba mal de fábrica y no fue su culpa.
—¿Qué está mal conmigo, papá? ¿Qué?
—Nada, hija, saldremos de esta, saldremos juntos, mi pequeña sirena.
Narra Amber: Corrí hacia el interior de la casa, mientras rogaba que las luces dejaran ese parpadear, pero cuando entre, las luces estaban apagadas, así que no veía un carajo.
Papá suele hacer esto cuando Óscar me deja en casa, sabe que no me gusta e insiste en que me aleje de él, pero como no lo he hecho aún, él empieza a prender y apagar las luces cuando Óscar se acerca a besarme. Gran cómplice, don Jonathan.
—¿Pa?— pregunté, quitándome la guitarra de la espalda.
—¿Con que a los besos, Amber Elisa?— las luces se prendieron y cuando lo vi quise darle una bofetada para borrarle su sonrisa burlona.
—Imbécil, te odio— le di un empujón a Colton, quien soltó una risa.
Tonto, una vez que puedo traer un chico a casa el me hace esto.
—Yo también te extrañé, hermanita— Colton se acercó a mi y me abrazó, rodeando mis hombros.
—Tonto, me asustaste— le devolví el abrazo mientras me relajaba.
Colton siempre se hace el tonto conmigo, pues Dylan jamás lo dejaría, pero lo he extrañado tanto que me importa una mierda que haya arruinado mi momento con Alex. El decidió mudarse con papá apenas él salió de rehabilitación, quería asegurarse de que él no estuviese solo y fue un lindo gesto de su parte, pero él era mi único amigo y no puedo explicar lo sola que me sentí cuando se fue. Nara y yo quedamos tristes, yo porque iba a extrañar a mi hermano y ella porque perdió a su primer novio.
—¿El es de quien estás enamorada?— Colton preguntó y yo asentí.
—Pero eso no importa ahora— me separe de él y lo miré a los ojos.
Se siente genial poder verlo en persona y no a través de una horrible pantalla.
—Mira que linda estás— mi hermano me tomó de la mano y me hizo dar una vuelta.
