CUANDO LA LEYENDA SE TERMINA
Tao era capaz de sentir la tensión en el aire.
Era tan densa que podía tocarla con la yema de sus dedos.
También sentía frío. Una emoción helada recorriendo sus venas, haciéndolo temblar.
El paisaje a través de su ventanal era lúgubre. Todo lleno de neblina y troncos secos esparcidos de un lugar a otro.
Casi le era imposible no comparar la calidez que pudo sentir alrededor de la manada de DaeWang, con el doloroso vacío que estaba experimentando en aquelarre. El lugar al cual siempre había considerado su hogar.
— ¿Aún no llega? — preguntó débilmente al sentir la energía de Irene a sus espaldas.
— Nada aún. —
— ¿Y los niños? ¿Cómo están? —
— Siguen en la recámara de la señorita Lían. No han despertado. — Tao asintió, sin poder despegar sus ojos de la ventana.
El golpeteo de su corazón hacía eco en sus oídos.
Todo era tan pesado...
... Tan lento...
... Tan asfixiante...
— ¿Dónde están los lobos Omega que llegaron contigo? ¿Siguen encadenados? —
La amarga imagen de dos majestuosos lobos luchando con ardiente fervor para proteger a los pequeños cachorros, atravesó su memoria.
Tan agresivos y salvajes que lo único que pudo hacer fue encadenarlos con aquellas oxidadas y frías cadenas de acero en las mazmorras del castillo.
— Se desmayaron después de horas intentando escapar. Siguen inconscientes en mi habitación. —
— ¿Ya pensaste en lo que harás una vez que tu hermano este aquí? Los grandes hechiceros están hablando. — Irene bajó la voz, como si temiera que alguien la escuchara. — Cosas terribles se acercan, Tao. —
Su piel se erizó. Cada parte de su cuerpo sintió escalofríos.
— Lo sé... — Soltó en un suspiro. — Déjame solo, Irene. Necesito pensar ante de que ZhouMin regrese. — la chica asintió en silencio, el sonido de sus zapatillas resonó con fuerza en la habitación. — ¡Espera! ¿Puedes hacer algo por mí? —
🍁🍁🍁
Su cabeza punzaba de agudo dolor.
Su cuerpo parecía estar enterrado bajo cientos de toneladas de roca que le hacían la tarea de respirar una tortura.
Sus ojos apenas podían abrirse y la oscuridad de la habitación era aterradora. KyungSoo intentó agudizar sus oídos para sentirse un poco menos perdido, pero no hubo ruido alguno hasta que aquella voz trémula rompió el silencio.
— Al fin despiertan. — su cuerpo entero reaccionó con molestia.
Las palabras no salían de su boca reseca. Lentamente movió su mano derecha dándose cuenta del pesado grillete que se ajustaba su muñeca.
— Eres un maldito... traidor... — murmuró LuHan con la rabia y el cansancio raspando sus palabras.
KyungSoo miró a su alrededor ajustando su vista a la poca luz.
Se encontraba en una gran habitación de ladrillos oscuros, tapizados con algunas telas carmín. Su cuerpo descansaba en una fría cama con LuHan a su lado. Ambos recargados contra el enorme cabezal de madera.
ESTÁS LEYENDO
6. Instinto de Omega [타오리스 ]
Werwolf" ¡A este niño no la va a tocar nadie! " " ¿Y a ti en que mierda te afecta que me deshaga de un asqueroso perro? " " ¡Me importa porque este niño es mío!" Dicen que la magia viene con un precio muy alto yTaoZi, hijo del hechicero más poderoso de su...