En la habitación resonaba un profundo ¡Yepa que pasa gente! que más tarde era precedido por un ¡yo soy Lolito! y el silencio volvía a reinar en la habitación. Los ventiladores del ordenador eran los únicos que se atrevían a romper el profundo silencio en el que estaba inmersa la estancia
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El yepas está de vuelta (Avance)
PoetryUn pequeño teaser de mi nueva novela el yepas