Capítulo 6; 'La chica.'

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Creo que mi plan ha empezado a funcionar ya que echaba humo por sus orejas cuando la he ignorado. Necesito una cita con ella, no es que este desesperado ni nada, pero algo en mi hace que quiera conocerla. Me atrae de una manera en la que nunca me ha atraído nadie, ya que nunca he tenido nada con alguna chica porque nunca me han interesado del modo en el que ella lo hace. Supongo que el paso dos de mi plan debería de funcionar a la perfección. ¿Quién no se pondría celoso si alguien de repente se interesa por ti y luego te ignora, coqueteando con otro u otra? El simple hecho de saber que ya no le interesas a esa persona aunque a ti no te haya interesado desde el principio, ya te hace arder por dentro. Espero que funcione porque realmente no tengo un tercer paso. Se supone que con ignorarla y luego ponerla celosa, basta, ¿no?

El caso es que Amy, una amiga, me va ayudar en eso. Así que ahora me encuentro con ella, al lado de su taquilla ya que la taquilla de ‘la chica’, (es así como la llamo ya que no ha querido decirme su nombre) está al lado de la de Amy. Ésta está apoyada contra su taquilla, yo la he cogido de la cintura, pegándomela hacia mi. Cuando veo de reojo como ‘la chica’ se acerca a su taquilla, hablo lo suficientemente alto para que me escuche.

-Así que, ¿qué tal si nos vemos el sábado? –Sonrío a Amy y ella me devuelve la sonrisa.

-Me parece bien, ¿en tu casa o en la mía? –Amy reprime una carcajada y yo la sonrío de lado.

-Mi casa, estará vacía todo el fin de semana. Tendremos la casa para nosotros solos. –Me acerco al oído de Amy y le susurro algo para que no lo oiga ‘la chica’. -¿Está mirando?

Amy ríe, fingiendo y asiente.

Escuchamos como la puerta de la taquilla de ‘la chica’ se cierra bruscamente.

-Ojalá pilles el sida, niñata. –Susurra ‘la chica’ tan alto que pudimos escucharlo.

Cuando hubo desaparecido de nuestro campo visual, empezamos a reírnos a carcajadas. Abrace a Amy para agradecerle y veo como sus mejillas se tornan rojas. Niall aparece justo en ese instante. Amy se despide y se marcha.

-Qué golfo eres. –Niall menciona.

-¿Golfo? –Frunzo el ceño.

-¿No te gustaba la borde?

-Me atrae. –Le corrijo. –Y, ¿qué tiene eso que ver? –Empezamos a caminar hacia nuestra próxima clase.

-¿Qué hacías con Amy? –Levanta las cejas, sonriendo.

-Oh, eso. Quería ponerle celosa a ‘la chica’.

-¿Celosa? ¿Por qué?

-Para haber si de una vez por todas, me concede una cita.

-No te reconozco, Liam. –Se lleva la mano al pecho, dramatizándolo todo.

Le pego una colleja y entramos a la que sería nuestra última clase del día.

Después de una hora insoportable de matemáticas con un profesor inentendible, el horario escolar queda finalizado por hoy. Salgo de la clase junto a Niall y me dirijo hacia la taquilla. Él se despide de mi ya que tiene una prueba con el equipo de futbol del colegio. Realmente tiene ganas de entrar.

-Suerte. –Le grito cuando sale corriendo dirección al campo de futbol.

Abro mi taquilla, cojo los libros que necesito para hacer los deberes y los meto en mi mochila. Cierro la taquilla y pego un salto.

-Hola, Payne. –Habla en tono burlón.

-¿Qué hay? -¿Por qué estoy nervioso? Se supone que debería de estar bien y ella celosa. ¿Por qué no lo está? ¿Por qué sonríe?

-He oído que te vas a follar a Amy.

Me atraganto con mi propia saliva e intento sonreír. Ella se cruza de brazos y se apoya a la taquilla, la que se encuentra al lado de la mía. Ríe por mi expresión.

-Has oído bien. –Intento decir. ¿Puede mi voz calmarse?

-También he oído que es vuestra primera vez. –Enarca una ceja y se me resbala uno de los libros que no había acabado de meter. Dios mío.

-Has oído mal. –Susurro.

¿Cómo sabe ella que soy virgen? No sabe nada de mi y prácticamente yo no sé nada de ella. Me está avergonzando y siento que esto es una venganza.

-Si quieres, te follo yo el viernes, así el sábado Amy no creerá que eres un principiante. –Se acerca a mi muy lentamente. –Puedo enseñarte hacer cosas que le volverían loca.- Susurra en mi oído.

Me estremezo y siento que no estoy ganando yo. Me tiene bajo su poder y no sé qué hacer. Veo como se aleja sin volver a decir nada más, sin volver a girarse. Suspiro, soltando todo el aire que había acumulado en mis pulmones sin darme cuenta. Mierda. Mi plan a la mierda. Pego una patada a mi taquilla y recojo el libro del suelo. Lo meto en mi mochila, cerrándola después y corro tras ella. La llamo y antes de girarse, respiro, intentado calmarme. Puedo con esto, sé que puedo.

-¿Qué tal a las ocho? Te paso mi dirección por mensaje. –Sonrío. Ella me devuelve la sonrisa y creo que dirá que sí.

-Perfecto.

Se gira y se va.

Sonrío orgulloso. Después de todo, tengo mi ‘cita’ con ‘la chica’.

Me encuentro en mi cuarto, haciendo los deberes para mañana mientras escucho música. Mañana es viernes. No sé exactamente lo que pasara mañana, pero espero que llegue a venir, ya que esta chica es impredecible. Mi móvil vibra solo una vez, indicando que me ha llegado un mensaje. Desbloqueo el móvil y entro a la aplicación de whatsapp.

<< Pásame la maldita dirección. >>

Rio y la contesto.

<< ¿Cómo se pide? >>

Puede que mi comportamiento con ella me traiga problemas, pero es tan divertido hacerla enfadar.

<< Vete a la mierda. >>

Típico de ella responder así. Bueno, hablar así.

<< Error. >>

<< Eres tu el que desea con toda su alma la noche desenfrenada que tendremos mañana. Si no quieres pasarme la estúpida dirección, no te preocupes, puedo follarme a otros. >>

Escribo mi dirección, sin decir ni una sola palabra más.

“Puedo follarme a otros.”

“Puedo follarme a otros.”

Está claro que puede acostarse con otros, ¿quién no se acostaría con ella con lo hermosa que es? Pero me ha cabreado tanto su respuesta, que por eso no he querido seguir con el jueguecito. No es que tenga ganas de acóstame con ella, solo es que, no sé, la idea de verla con otro me repugna.

¿No serán celos, querido Liam? Mi subconsciente despierta de su siesta del jueves.

Para nada.

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Mi otra novela se llama 'Déjate llevar', esta mas avanzada que esta. Se encuentra en mi perfil, espero que le hecheis un vistazo.

Gracias por leer,

C. Lee.

Posh two. || PAUSADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora