La Biblia De Una Dominatrix © [ EN FÍSICO ]

Sonreír en el escenario

  Christian al parecer sin entender mucho subió al escenario acompañado de Dominick. De inmediato intenté tomar a Dom de la mano pero Melinda me lo impidió.

—¿No esperarás que yo le haga la sesión a mi propio hermano, verdad? Ni siquiera tú podrías ser tan pervertida. —Insinuó maliciosa dándole un empujón a Christian a mi lado del escenario y tomando a Dominick de la muñeca.

  Melinda le quitó la camisa mientras yo los miraba con recelo, ella comenzó a pasar sus uñas por su abdomen rasguñándolo como si intentara marcar su territorio.

—¡No dejes que mi hermana te intimide! Hay público, lo único que tienes que hacer cuando estás en el escenario es sonreír... ¡Eso va a joderla! —Me susurró Christian.

  Entendí que tenía razón así que le arranqué a Christian la camisa que traía puesta.

—¡Oye, eso era Gucci! —Reclamó con su humor de siempre.

   Melinda se puso de rodillas delante de Dominick y comenzó a abrir el botón de su pantalón después de retirarle el cinturón. Bajó el cierre de su pantalón y luego tiró de ellos hasta sus tobillos, dejando expuesta su ropa interior blanca que ya mostraba un bulto importante dentro.

—¡Eres una zorra! —Le susurré son perder la sonrisa mientras ella me miraba de manera felina. Dominick parecía algo perdido, actuaba extraño.

  Resistirse a una mujer como Melinda debía ser difícil para él, en especial al mirarme con Christian. Ella fue un paso más allá mientras los clientes le aplaudían. Con un movimiento de cabeza hizo que trajeran una silla, yo comencé a bailar para Christian haciendo que él me tomara de la cintura mientras ambos prestábamos atención.

  Ella lanzó a Dominick sobre la silla y tomó las esposas de su catsuit, colocándoselas para que no pudiese moverse, detrás de la espalda. Luego me miró pidiendo que le lanzara las mías, lo cuál dudé.

—¿Qué pasa? ¿Tienes miedo de que me prefiera a mi? —Dominick negó con la cabeza mirándome fijamente—. Tú querías ser una Dominatrix... ¿No? Demuestra de que estás hecha...

—¡Estás vestida como una réplica de mi! Si es que llega a excitarse contigo, será porque me recuerda a mi... —Le lancé mis esposas e intenté cerrarle a Dominick un ojo, pero él no me respondió, solo hundió su mirada en los pechos de Melinda, cosa que me sorprendió.

   Esa ambientación de luces neón atenuantes podía perder a cualquiera. Pero ver a Dom actuar de esa manera me hizo arder en ira desde adentro.

—¡Baja el cierre de mi traje! —Le ordené a Christian, quien con sus grandes e inseguros dedos me obedeció dejando mi espalda descubierta.

  Voltee a mirar a Dominick antes de hacer mi siguiente jugada, pero a él pareció no importarle, solo se relamía los labios mirando a Melinda.  Ella estaba apunto de bajarle la ropa interior.