— sabes que el amor no se puede forzar ¿verdad? — decía Paul mirando la copa de alcohol a punto de acabarse.
Joey solo respondió con un suspiro profundo que apenas fue percibido por el contrario debido al bullicio del bar.
— es que... Hermano... Si no aprovecho está oportunidad, ¿En qué otro momento alguien querría estar conmigo?... ¿Acaso te has detenido a mirarme? Es la primera vez que alguien está enamorado así de mi —
— te entiendo, pero no es como si tuvieras que estar con alguien para sentirte bien contigo mismo —
— no es que sienta eso, es solo que quiero darle una oportunidad —
— hombre, es que nunca había visto algo como esto... No sé si lo haces por qué no quieres que decaiga o por qué te sientes querido o por lo que estás diciendo —
— No puedo darte una respuesta clara, simplemente siento que debo estar con él, si me tocó a mí encontrarlo antes de que se matará es por algo, es solo eso —
Paul no dijo una sola palabra luego de esa respuesta, tan solo bajo la mirada y bebía pequeños sorbos de la copa.
Joey al no recibir contestación pidió otra bebida y con impaciencia golpeaba la mesa con las uñas de sus dedos.— si tú quieres esto solo hazlo bien, no confundas tus sensación de ser querido a amar a alguien de verdad, no olvides eso —
— lo tendré presente —
El bajista rió sarcásticamente.
— enserio creí que eran pareja desde el principio — añadió entre carcajadas.
— tampoco entiendo el por qué nos protegías tanto — dijo Jordison sonriendo.
— creo que a nadie le gusta que le fastidien por tener una relación con alguien, más aún cuando es de tu mismo sexo —
— jajaja... Casi olvidó que él y yo somos hombres —
— oye por cierto, ¿tu familia dirá algo de esto? —
— no lo creo, y aunque dijeran algo me valdría lo mismo —
— ya veo... Ya se está haciendo tarde para tu cita, Joey — resaltó Paul al mirar el reloj en su muñeca, diálogo que al menor preocupo, haciéndole voltear a ver el reloj colgado arriba de las estanterías.
Había olvidado que Corey lo invitó a una cena en un restaurante cercano.— mierda, tienes razón — exclamó.
Tomó su chaqueta del respaldo mientras sacaba nerviosamente algunos billetes de sus bolsillos para pagar el producto consumido.
Se disculpó con Paul por dejarlo solo en el bar.
Habría escuchado un "no te preocupes" del mencionado de no ser por la velocidad en la que salió del local.Luego de una larga caminata, al fin pudo ver a su pretendiente en la entrada de ese restaurante de comida rápida.
Corey había insistido en ir a uno con más clase, pero Joey no se sentía cómodo en una lugar así, quería lograr una conexión más natural en un sitio conocido.— ¡Ey! Joey. Creí que llegarías un poco más tarde —
— ¿y hacerte esperar? Ni de broma —
Corey sonrió para luego correr y abrazar a su acompañante, el baterista correspondió alegremente, cerrando sus ojos y sintiéndose relajado.
Aunque había algo que lo inquietaba.
Quizá era la sensación de ser observado por todos los transeúntes presentes o quizá eran los recuerdos de la noche anterior.¿Por qué ahora que Corey conoce un lado tan raro y poco explorado de él, le cuesta tanto trabajo comportarse como siempre lo ha hecho?
— ¿estás bien? — preguntó el vocalista mirando al menor, despertandolo de su introspección.
— ¿Eh? Sí. Sí, todo está bien — respondió con algo de inseguridad.
— ¿Seguro? Si no estás cómodo podemos ir a un lugar más privado —
Replicó mirando a su alrededor.— No, no, está bien aquí, es solo que estoy un poco nervioso —
— oh... Ya veo — contestó en un tono de saber el motivo de la situación— verás que con unas papas fritas y una buena plática todo se escurre como agua —
Joey apesar de sentirse extraño, solo respiró profundamente, sonriendo por la expresión de corey que de alguna forma lo invitaba a tener confianza, aceptando el agarre de su mano, apretando fuerte.En verdad parecía una cita de una pareja de secundaria.
Corey estaba evidentemente perdido en las claras pupilas del chico, en el hermoso delineado debajo de sus ojos y su cabello especialmente radiante.
Si él pudiera crearía un mundo en el cual solo existiera Joey y él, estando juntos por la eternidad, pero claro, era imposible, solo podía conformase que aceptará comer junto a él y era más que suficiente.
Mientras tanto, Joey no dejaba de pensar, sintiéndose intimidado por la mirada ininterrumpida del mayor.
Era tan diferente su manera de percibir las cosas desde las perspectivas de lo habitual y estando en la cama.
¿Por qué ahora le está molestando tanto ser el manejado y no tener el control?
— Si que eres impredecible, Jordison —
Reflexionó.Ey, ¿qué tal? Perdón por tardar tanto.
¿Me extrañaron o meh?
Que sepan que los quiero mucho