Dones prohibidos
—entonces, diosa de la primavera ¿Cuál es tu poder?—ella hizo una mueca y se cruzo de brazos
—bueno, eso...
—¿estas diciendo que no los has despertado?—pregunto incrédulo el pelinegro.
—¡no! no se trata de eso—aclaro nerviosa— es solo que...
—solo dilo dulzura—ella suspiro y se dejo caer en el césped refunfuñando.
—desperté mis poderes cuando mi niñez culmino como todo Dios, pero mi don asusto tanto a mi madre que me prohibió utilizarlos, así que no se cual es mi poder exactamente— hades se sentó a su lado, apoyo sus manos en el césped y la miro
—muéstrame— pide tranquilo
—¿estas loco?
—lo estoy—Perséfone abre y cierra la boca no sabiendo que decir ante eso—vamos, solo hazlo, quizá pueda ayudarte
—¿tu?¿desde cuando el dios del inframundo ayuda a alguien solo porque si?— la pelirroja lo mira con sospecha—¿Qué ganas tu ayudándome?
—estoy obligado a estar en esta fiesta y me aburro—se encogió de hombros resignado—solo busco una distracción.
Perséfone bufo—bien, pero mejor busquemos un lugar mas apartado—sugirió
—¡vaya! y yo que pensé eras inocente— una sonrisa pervertida adorna el rostro de Hades— bien dicen que las apariencias engañan
Perséfone se levanto de golpe—¡no lo dije por eso!— se defendió abochornada— solo lo dije porque no quiero lastimar a nadie
—por supuesto que si cariño— dijo dándole por su lado—solo te molestaba—le guiño un ojo juguetón
—¡idiota!—Hades soltó la carcajada y empezó a caminar
—¿vienes o te quedas dulzura?— refunfuñando lo siguió, Hades la miro de rojo divertido; Perséfone le agradaba bastante y se sentía cómodo con ella. frunció el seño cuando sintió a alguien observarlos, miro a su derecha y ahí estaba Zeus mirándolo burlón desde una de las ventanas. levanto su copa de vino hacia el y desaparición sin borrar su sonrisa insinuante. Hades miro al frente, al menos había sido su hermano el que los había visto y no otro de los dioses chismosos.
los zapatos de la diosa hacían eco mientras se adentraban en el enorme laberinto de Gaia, era el lugar mas alejado de la casa de Zeus y aunque cualquiera se sentiria intimidado e incomodo por estar a solas con Hades, Perséfone no se sentía asi, al contrario; le gustaba, a su lado sentia que podia ser como realmente era.
—creo que aquí esta bien—dijo Hades deteniéndose y volteando a verla con sus manos en los bolcillos, Perséfone comenzó a pensar que ese dios amaba esconder sus manos, siempre buscaba una forma de ocultarlas.
Perséfone extendió sus manos con delicadeza y de ellas empezaron a salir bastantes raices que se extendieron por todo el lugar y de ellas empezaron a brotar flores blancas, rosas, rojas y amarillas; todas con la misma apariencia, eran hermosas.
curioso Hades se acerco a una de ellas pero Persefone lo detuvo poniendo su mano sobre la de el—no la toques—advirtió nerviosa, Hades levanto una ceja aun mas intrigado—incluso mi madre ha salido lastimada al tocarlas
—dime todo acerca de ello
—no se nada en realidad, ya te lo dije, mi madre me prohibió usar mi poder— se mordio un labio culpable— eso no impidio que los usara algunas veces con varias ninfas fastidiosas o hacer cambiar de opinion de mi madre, pero ese no es el punto; el punto es que si las tocas enfermaras— Hades la miro incrédulo ante su confesión y luego solto la risa, esa niña cada vez lo sorprendia mas.
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KORE
Romancela dulce, joven e inocente diosa de la primavera ha sido raptada por el peor ser de todo el universo, el usurpador, un ladrón despiadado; el mismísimo Hades, rey del inframundo. el ha ido en la noche y usando trucos sucios y ruines se ha llevado a...