—Hey. Ya era hora que llegaran ustedes tres. ¿Donde diablos estaban? —Les pregunto el menor del grupo con un tono de voz claramente irritado.
—¡AHHHH! —Dio un salto atrás por el miedo a que el menor le hiciera algo, ya bastante tenía con los demonios— ¡Fue culpa del tarado del jabalí!, ¡Mientras veníamos de camino para acá, se le antojó comer y tuvimos que desviarnos!
—¡Ah!, Por favor Monitsu tu también querías comer —le reclamó bastante molesto el otro joven, mientras el aludido chilló por el tono de la voz empleada para dirigirse a el— todos teníamos hambre llorón, deja de echarme solo la culpa a mi solo para que el Tokio no te regañe.
—Kamado. Tu eres el más racional. ¿Por que rayos no lo detuviste? Los demonios no esperarán a que comamos. —Dijo Yuichiro parando la posible futura discusión de ese par antes de que discutieran por simples estupideces de las cuales nunca tendría la paciencia para lidiar como el de cabellos burdeos.
—Yuichiro-kun, calma no fue mucho, además sabes que cuando Inosuke se pone así, es imposible calmarlo —Dijo el pelirrojo con amabilidad logrando calmar las aguas mientras le daba palmaditas en la cabeza al rubio escondido detrás del él por el miedo a el menor del grupo y el ojiverde.
—Como sea. Chicos hagamos esto rápido, ya se nos ha reportado cerca de once víctimas por esos malditos. No puedo creer que después de todo nuestro esfuerzo todavía queden algunos rezagados por ahí. —Hablo Genya con un claro tono de frustración, mientras alistaba su espada y cargaba su pistolas con las balas requeridas y guardaba municiones.
—Genya tiene un punto chicos, es realmente frustrante. —Hablo la única fémina del grupo parándose al borde del edificio donde era el punto de encuentro alistandose para saltar— además, sí seguimos perdiendo el tiempo aquí podrían haber más víctimas, y eso es lo último que queremos, recuerden que ahora apenas somos 6 cazadores.
—Kanao tiene razón muchachos.
Una ráfaga de aire frío chocó contra sus cuerpos, haciendo temblar a uno de ellos y callar a los demás, el aire de la noche era más frío en esta época. Sobretodo porque estaban en una azotea, los 6 se miraron entre sí, sin poder creer del todo que esto no había acabado en la época feudal. Suspiraron, se pusieron sus máscaras, y todos saltaron al vacío, aterrizando en azoteas más bajas y empezaron a separarse para tomar diferentes rumbos a donde habían sentido la presencia de demonios. Debían exterminarlos antes de que mataran más gente.
Por otra parte, un peliblanco iba a paso despreocupado y silbando mientras daba zancadas al caminar sin prestar demasiada atención alrededor, su chándal se movía con el viento, mientras el masticaba una goma de mascar porque su anterior actividad lo dejó cansado, y necesitaba algo de azúcar en el cuerpo aunque posiblemente esto le juegue mal más tarde al dormir, pero en ese momento no pensó en sus horas de sueño, mientras hacía una pequeña burbuja con la goma, su chándal y cabello se movieron hacia adelante con fuerza gracias a la brisa nocturna, entonces notó unos pasos algo arrastrados, pensando que tal vez sería alguna jovencita a la que le llamo la atención cosa que no sería anormal en el, con algo de burla en sus ojos y un poco de coquetería, volteó, y se llevó un buen susto al ver que sí era una mujer efectivamente, pero no estaba muy seguro que fuera humana después de ver sus ojos y sus raras vestimentas, que eran usadas para festivales tradicionales.
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En un mundo no tan pacífico [Kimetsu no Yaiba]
Kurzgeschichten¿Que pasaría si todo realmente no hubiera acabado en la época feudal? Aún después de todos los sacrificios y esfuerzos no todo termino y aún quedan demonios rezagados intentado multiplicarse. ¿Quien se encargará de ellos si el cuerpo de cazadores se...