the vampire's whore - YoonMin. «+18»

We burn like hell, angel.

Sueves mordidas eran dejadas en el cuello del pelinegro, ocasionando que eche su cabeza para atrás en una  clara demostración de que lo disfrutaba.

–Pequeño me encanta que me muerdas –confeso el vampiro, esbozando una sonrisa de autosuficiencia ante el atravimiento del menor y apretando el agarre en la cintura contraria.

–Hm, a mi también me encanta que lo hagas. ¿Sonaré muy masoquista y posesivo si te digo que quiero que únicamente me muerdas a mi y tomes mi sangre cada vez que se te de la gana?

Jodida mierda.

Jimin observo como la mirada del pelinegro se oscurecía, y poco después las posiciones fueron cambiadas. Paso de estar sobre su regazo a estar bajo su cuerpo, tan vulnerable y sin oportunidad de escapar.

–¿Querias calentarme? Bien, eso hiciste.

El ángel soltó una risita al mismo tiempo que enredaba sus piernas en la cintura del mayor.

–No era mi intención, pero bueno.

–Soy un neófito, amor. ¿Que esperas que suceda cuando me ofreces semejantes delicias?

Acaricio su rostro, descendiendo sus toques hasta sus piernas antes de apartarse. El brillo de sus ojos era espectacular.

–Te quiero de rodillas–demandó.

–¿Y se puede saber por qué?

La sonrisa que Yoongi le dirigió le causó un escalofrío por todo su cuerpo.

– Porque quiero que pongas tu boquita en mi polla– Estando de pie, toma al rubio del mentón para que alce su cabeza–. ¿harías eso por mi?

El rubio muerde su labio inferior, enderezándose y rozando sus labios con los impropios de manera jueguetona. No respondió, pues no lo veía necesario; solamente se puso de pie y se agachó, colocándose sobre sus rodillas frente al adverso.

– Ver a un ángel de rodillas no tendría que ser tan caliente
– expone, con sus ojos oscuros mientras reposaba todo su peso en sus brazos, tirándose un poco hacia atrás para poder apreciar correctamente la imagen– nunca creí, que fuese a decir esto, pero gracias a Dios– menciona con cierta burla y malicia, relamiendo sus labios y jugueteando con el aro de aquel lugar.

Jimin amaba el descaro que utilizaba el mayor al hablar, y se lo hizo saber con una sonrisa que desapareció a los segundos, ya que ahora se centraba en lo que estaba apunto de hacer. Jamás en su vida había hecho algo así, pero aún así tomo los bordes del pantalón, bajandolo un poco para poder introducir su diestra en su ropa interior; aventurándose a toquetear, de rodillas entre sus piernas, con un sonrojo evidente haciendo presencia en sus mejillas. Yoongi toma una profunda respiración apenas siente  aquella manito curiosa tocando su intimidad con bastante emoción, y aquellos toques no debieron dañarle tanto los latidos de su corazón, pero así sucedió.

– Eres la jodida viva imagen del pecado, Jimin – menciona cerrando los ojos con suavidad, perdiéndose en la deliciosa pero casi insuficiente sensación que le brindaba el contrarió–. ¿Te gusta lo que vas a comerte, ángel?

Absteniéndose de responder eso, termina de apartar las  prendas para continuar con el movimiento lento de su mano sobre la erección ajena. Sintiéndose algo inseguro, acerca su rostro a esta y da una lamida desde la base hasta el glande; metiendo este a su boca al chupar. La respiración de Min se corta al momento de sentir aquella lamida, maldita sea el menor que lo hacía sentir extasiado con tan pocas acciones que tenía parecer un adolescente. Emite un gemido bajo al sentir una succión en la punta de su pene, sus ojos no se despegan de la boca ajena y la sola visión es tan obscena que le hacer jadear.