Yoongi se echó a correr en cuanto hubo doblado la esquina del restaurante y comprobado que nadie lo seguía. ¿Qué demonios acababa de hacer? Lo había estropeado todo, y no sabía si había manera de solucionarlo. Para él, besar a alguien nunca había significado el fin del mundo, pero tampoco había besado nunca a uno de sus amigos, y mucho menos a una persona casada...
Estaba en las afueras del pueblo, más cerca de la casa de Hoseok que de su propio apartamento. Recordó que Hoseok había sido el único que, de forma no tan errónea, se había dado cuenta de su atracción por Seokjin. Y no sabía muy bien si quería hablar de ello en aquel momento o no, pero quizá lo necesitaba. Quizá Hoseok tendría las palabras correctas para calmarle, mentirle, decirle que lo que había hecho no era el fin de nada, que no era tan malo...
No quería contárselo a Namjoon. Le avergonzaba, porque había actuado de una forma impulsiva e inmadura y, de todos modos, Namjoon ni siquiera sospechaba que algo así pudiera darse. Sin embargo, al llegar al portal de Hobi, se sentó en los escalones de la entrada, sin decidirse a llamar al timbre. Sacó su móvil del bolsillo.
Tenía dos llamadas perdidas de Seokjin, y le estaba llamando de nuevo en aquel momento. Observó la pantalla, casi como si quisiera atravesarla con la mirada, hasta que la llamada finalizó. También tenía varios mensajes pero, sin siquiera revisarlos, bloqueó el contacto, presa del pánico.
Se llevó las manos a la cabeza y se echó a llorar, temblando por el frío y la lluvia. Llevaba lloviendo de forma torrencial todo el camino, y apenas se había dado cuenta, tan embebido en insultarse y compadecerse de sí mismo como estaba. Pero su cabello estaba completamente húmedo y aplastado, y parecía un gato mojado y escuálido. Debía de estar ofreciendo una imagen patética, y eso era lo justo, porque así se sentía.
-¿Yoongi...?
Quién acababa de abrir la puerta y le observaba apenada desde arriba no era otra que Haeri, la novia de Hoseok. Llevaba botas altas de lluvia, que seguramente se había puesto solo para salir hasta el portal, porque llevaba puesto uno de los pijamas de su chico.
-¿Estás bien...? No, no sé para qué pregunto eso...es obvio que no lo estás...¿Por qué no llamaste al timbre...? Vas a enfermarte si te quedas aquí-le tendió la mano y le invitó a pasar.
-Te vi desde la ventana-dijo Hoseok, corriendo hacia él, solícito-Ponte algo de ropa seca, si no quieres coger un resfriado...¿Qué estabas haciendo ahí afuera...? ¿Qué ha pasado, Yoon...?
-Besé a Seokjin.
A las palabras de Yoongi les siguió un silencio casi sepulcral.
-¿Qué? Ya lo sé, ¿Vale, Hoseok? Tú tenías razón, joder. ¿Estás contento? He metido la pata hasta el fondo porque no sé controlar mis putos impulsos y ahora yo...ahora yo...No sé que voy a hacer...-Yoongi parecía estar a punto de romper a llorar de nuevo.
-Eh...está bien, Yoongi-dijo Hoseok, instándole a sentarse en el sofá y acercándose para abrazarle.
-No, déjame...Debería...debería acabar de joderlo todo y decir que...hasta hace no tanto, yo estaba...me gustabas mucho, Hobi, más de lo que se supone que deberías, y era una verdadera tortura cada vez que eras amable y...
-Yoongi...
-Lo siento, lo siento...Yo...supongo que solo...Pero eso ya pasó, de verdad. Y no tenéis nada de que preocuparos. No es que tuvieras que preocuparte por eso en ningún momento, Haeri...No es que yo...Lo que intento decir es...¿Por qué siempre tiene que ser tan difícil? ¿Por qué no puedo enamorarme de alguien y que ese alguien se enamore de mí, y que no duela, ni siquiera un poco...o quizá solo lo suficiente para hacerme saber que es real...?
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Losers (MY+KSJ)
FanfictionYoongi y Seokjin se conocen por casualidad, y conectan enseguida. Seokjin no puede enamorarse de Yoongi porque eso no es lo que se espera de él. Yoongi no debe enamorarse de Seokjin porque siempre termina herido cuando se deja guiar por el corazón...