Estoy parado frente de mí.
𝙀𝙡 𝙚𝙨𝙥𝙚𝙟𝙤 me sonríe y me susurra al oído
- Estas 𝙩𝙖𝙣 𝙨𝙤𝙡𝙤; que solo que estás!
𝘼𝙝𝙤𝙧𝙖 (𝙤𝙩𝙧𝙖 𝙫𝙚𝙯) viene a mi mente tu recuerdo.
Veo tu reflejo 𝙙𝙚𝙩𝙧á𝙨 𝙙𝙚 𝙡𝙖 𝙫𝙚𝙣𝙩𝙖𝙣𝙖, estas seria y con la mirada baja.
𝙈í𝙧𝙖𝙢𝙚 - Te digo. - Dale, mírame. Y 𝙢𝙚 𝙢𝙞𝙧𝙖𝙨𝙩𝙚.
- ¿𝙏𝙞𝙚𝙣𝙚𝙨 𝙖𝙡𝙜𝙤 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙢í?
Un silencio me aturde los oídos.
De tus ojos caen lagrimas.
Te tomas tu tiempo, pero atinas a decir 𝙋𝙚𝙧𝙙ó𝙣𝙖𝙢𝙚
y luego te esfumas.
𝙋𝙧𝙞𝙢𝙚𝙧𝙤 mi reflejo,
ahora vos.
𝙈𝙚 𝙤𝙡𝙫𝙞𝙙𝙖𝙧𝙤𝙣,
me dejaron solo y tirado.
𝘾𝙖𝙚 𝙡𝙖 𝙣𝙤𝙘𝙝𝙚 y el cielo es un paño negro. 𝙉𝙤 𝙝𝙖𝙮 𝙡𝙪𝙣𝙖 y 𝙨𝙞𝙣 𝙚𝙢𝙗𝙖𝙧𝙜𝙤, en la profunda oscuridad de la noche, veo a lo lejos un colibrí.
A 𝙤𝙨𝙘𝙪𝙧𝙖𝙨 camino hacia la ventana.
𝘼𝙝𝙤𝙧𝙖 𝙚𝙡 𝙘𝙤𝙡𝙞𝙗𝙧í vuela sobre las rosas y caba una 𝙩𝙪𝙢𝙗𝙖 𝙙𝙚 𝙨𝙖𝙡 en el suelo.
𝙇𝙖 𝙞𝙙𝙚𝙖 𝙣𝙤 𝙚𝙨 𝙫𝙞𝙫𝙞𝙧 (𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙨𝙞𝙚𝙢𝙥𝙧𝙚) me repito como una especie de mantra.
Y entonces veo a 𝙢𝙞 𝙫𝙞𝙙𝙖, pasar 𝙚𝙣𝙩𝙧𝙚 𝙥𝙤𝙚𝙢𝙖𝙨.
De fondo suena la 𝙘𝙖𝙣𝙘𝙞ó𝙣 𝙙𝙚 𝘾𝙞𝙧𝙤.
Recuerdo que guía mis pasos y me pregunto si a caso 𝙚𝙧𝙚𝙨 el colibrí.
Me pregunto ¿𝙌𝙪é 𝙨𝙚𝙧á𝙨?
Serás a caso las flores que riego cada mañana.
Juro que 𝙛𝙪𝙚 𝙚𝙡 𝙨𝙤𝙡 quien te quemó esas ramas y esas flores.
Es que 𝙣𝙤 𝙢𝙚𝙧𝙚𝙘𝙚𝙢𝙤𝙨 𝙚𝙡 𝙙𝙤𝙡𝙤𝙧, 𝙨𝙞𝙢𝙥𝙡𝙚𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚 no lo merecemos.
𝙉𝙖𝙙𝙞𝙚 𝙙𝙞𝙟𝙤 𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙧𝙖 𝙛á𝙘𝙞𝙡 (𝙧𝙤𝙢𝙥𝙚𝙧𝙣𝙤𝙨 𝙚𝙡 𝙘𝙤𝙧𝙖𝙯ó𝙣).
Se que podría, tan solo 𝙖𝙣𝙞𝙢𝙖𝙧𝙢𝙚 a mirarte a los ojos.
Y preguntarte si aún te queda algo de amor.
𝙋𝙤𝙙𝙧í𝙖𝙨 𝙙𝙚𝙘𝙞𝙧 𝙦𝙪𝙚 𝙨í y hacer galopar nuevamente a este loco corazón.
Pero también podrías decir que no y en ese caso, lo entenderé.
Pero no olvides que 𝙩𝙚 𝙚𝙨𝙥𝙚𝙧𝙖𝙧é.
Se que eso es un error,
pues siempre 𝙢𝙚 𝙚𝙣𝙖𝙢𝙤𝙧é (𝙨𝙤𝙡𝙤).
Pero aún conservo la esperanza, de que me veas a los ojos y me digas
Te amo
📚 Este texto surgió luego de leer Infinidad de Pablo Barroso barropan
Las palabras en negrita, son los títulos que figuran en el libro, de mis poemas favoritos.
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Desde adentro (escritura que fluye)
CasualeAquí iré subiendo textos, relatos y poemas que he escrito con el correr de los años. Desde el 2015, hasta hoy.
