CXXVI

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El pasado de Jun Hua (I): El ascenso de la familia Jun


Jun Hua no puede permanecer en ese estado durante mucho tiempo, lo que la hace perder pronto sus ventajas contra Jun Qing. Fuera de ese estado, ya no se la puede comparar con Jun Qing.


—Aún necesitas aprender mucho más, pequeña.


Jun Hua miró a su tío. —Te ganaré algún día.


Jun Qing se rió y se sacudió. No pensó que la niña pudiera hacerlo en poco tiempo, aunque en realidad solo necesita dos años para vencerlo. Se volvió hacia Jun Zhen Xian y Jun Saya que se acercaron.


—Hua'er, ¿Qué fue eso? —Jun Saya preguntó preocupada.


Jun Hua niega con la cabeza. —Hua'er no sabe el nombre, pero el maestro dijo que se llama la zona.


Jun Zhen Xian asintió. Se vuelve hacia sus hijos. —Cuando las personas se encuentran en un estado inusual donde su concentración está completamente hacia una cosa, hay momentos en los que pueden entrar en este estado. Este estado permite que su concentración alcance su punto máximo y puedan ver todo en cámara lenta, lo que los hace incluso más rápidos de lo normal. Normalmente, este estado solo lo pueden alcanzar de forma natural personas que se hayan entrenado durante mucho tiempo en un determinado campo. Pero, Jun Hua, ¿puedes entrar en ese estado como quieras? 


Jun Hua asintió con su cabecita. —Pero, siempre tengo mucha hambre después de eso.


Jun Saya le dio unas palmaditas en la cabeza. —Entonces mamá te preparará tu sopa favorita.


—¡Hurra!


Al verlas a las dos entrar a la casa, Jun Zhen Xian miró con un sentimiento pesado. La niña solo tiene nueve años, ¿deberían involucrarla en este lío?


—Padre, esta es nuestra única oportunidad. —Jun Qing había experimentado por sí mismo lo aterrador que puede ser el poder de la niña. No es una fuerza normal de un niño.


—Sí, lo sé Qing'er. Pero pase lo que pase, no podemos permitir que la familia Lin tenga la oportunidad de recuperar a la niña.


—Padre, quieres decir...


Jun Zhen Xian mira hacia las dos chicas. —No puedo permitir que la gente sepa que es una niña. Ella cambiará su identidad cuando venga al campo de batalla. Qing'er, cuando llegue el momento, tienes que protegerla.


—Si padre.


Ese día selló el destino de Jun Hua mientras la niña continúa su práctica con la espada. Hacen un trato con ella en el sentido de que solo puede ingresar al campo de batalla cuando logra vencer a Jun Qing, incluso si solo está en ese estado.


Jun Saya siempre observaba las prácticas de Jun Hua y acompañaba a la niña después de la sesión de práctica. Ella le dará todo lo que necesite y escuchará su historia. Jun Hua no le dijo lo difícil que es, sino que pronto golpeará a su tío.

Flores florecen desde el campo de batallaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora