5 | ¿Perdón? (PT 2)

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____'S POV

SAMUEL ME ABRAZA DESDE ATRÁS, sus manitas pequeñas agarrando mi pierna. —Mami, te amo— dice, presionando un beso contra mi pierna.

Lo levanto del suelo, abrazándolo.
—Yo también te amo, Sammy— digo, y el sonríe.

—¿Hoy es tu primer día de trabajo?— pregunta, ya que aunque tiene solo 5 añitos ya es un niño muy listo. Asiento, agarrando mi bolsa.

—Si— agarró su mochila de George Pig y se lo pongo en su espalda. Ahí lleva todo: juguetes de Sammy, una bolsa de fresas y palomitas (si, están mezcladas, mi hijo es raro), una botella con leche, otra con jugo, y un libro de colorear con crayones. Todo para mantener a un niño de 5 años quieto mientras su madre trabaje.

—¿Mami porque tienes que trabajar?— pregunta Sammy, acariciando mi pelo. Se que es un poco grande para tener que cargar pero siento que prefiero así. Suspiro por su pregunta. —¿Porque no tengo un papi que trabaje?

—Si lo tienes, amor, pero está muy ocupado modelando por todo el mundo y acostándose como puto con todas las mujeres del mundo mientras yo trabajo mi trasero tratando de mantenernos vivos— digo.

—¿Que mami?— pregunta Sammy, confundido.

—Em, que no tienes papi, Sammy— respondo. —Mira, aquí vamos a estar— digo, tratando de olvidar a el papá de mi hijo. El no se merece ser llamado padre, así como me dejó con mi hijo... Pero eso no significa que no quería a Sammy, porque él es un ángel en mi vida. Aunque su carita preciosa me recuerda a su padre guapo, tiene sus ojos avellanas y unos labios rosados y regordetes.

Entramos y ahí veo a mi jefe, Bob. Lo sé, tan feo nombre pero bueno, que se puede hacer. Es un joven de 28 años, me lleva 6 años, ya que tengo 22. Me embaraze de Sammy cuando tenía 17... hace 5 años... Ahora Manu tendrá, que, ¿27? Bob le lleva un año... Augh, son muchos números y edades...

—Buenos dias, ____... Y, hola, campeón!

Sammy echa una risa cuando Bob lo levanta, haciendole cosquillas. —Bob, muchas gracias por dejar que mi Sammy se pueda quedar aquí... No sabes cuánto te lo agradezco.

—No hay problema, solo espero que trabajes, ¿Vale?

Le sonrío. —Vale.

• • •

Ya es noche, Bob se a ido pero yo me quedé ya que mañana no voy a poder trabajar, Sammy tiene cita, y quiero acabar todo mi trabajo ahora. Sammy se está durmiendo, una fresa en su manita mientras ronca. Le pegó un besito. Luego me percato de que tengo que dejar unos papeles en la oficina de Bob, así que voy. Voy y regreso, tratando de no hacer tanta bulla por mi bebé durmiente. Ahí es cuando lo veo.

Igual de guapo como antes, hasta aún más guapo, está arrodillado contra mi hijo. Estoy apunto de decirle que se large cuando me doy cuenta que los dos están hablando.

—¿Y tu mami?— pregunta Manu.

—Ella esta— Samuel no continua. —No te puedo decir, eres un extraño.

Manu sonríe. —Si, jaja, soy un extraño. ¿Y, como te trata tu mamá?

Mejor que tú, idiota.

Los ojos de Sam crecen, y sonríe. —Mi mami es mi novia, ella siempre me carga y mira— enseña su mochila, —ella trabaja muy duro por mí porque me quiere mucho y yo también.

—Wow... ¿Y-y... T-tu p-padre?

Cubro un jadeo grande.

—El se fue, dice mami que está 'delando como un puto— responde Sam, con una sonrisa inocente. Los ojos de Manu crecen.

—O-oh... ¿Y los dos están bien?

—Si... ¿Porque estás preguntando?

—Por nada. ¿Tu sabes si tu mami todavía quiere a tu papi?— pregunta, un leve sonrojo en su cara.

Si te dijiese la verdad, sería catastrophico, porque todavía siento algo por ti... Aunque odio eso.

—No se, extraño. ¿Donde está mi mami?— de pronto Sammy se percata que no estoy y comienza a llorar.

—Oh dios, no llores... Hijo... No...

Ahí es donde llega mi límite.

—¡Como te atreves llamarlo hijo, hijo de puta!  Después de aver dejadome con Sam, ahora vienes y piensas arreglar todo, ¿No? Piensas que todavía soy esa niña estúpida?

—____, calmate... Solo quise venir a—

—Me vale a lo que veniste, tú no tienes derecho a hablar con mi hijo... Tu... Tu solo eres un extraño.

Los ojos de Manu crecen, y veo un remordimiento grande y tristeza en sus ojos. Lo ignoro, recogiendo a mi hijo. —¡____, espera!— grita, tratando de jalarme hacia el.

—¡SUÉLTAME!— Le gritó, y Samuel llora aún mas fuerte.

—¡Mami quiero irme, no me gusta este señor!— grita, y ahí es cuando Manu me suelta, como si en un trance. Aprovecho y salgo corriendo, llorando por todo el camino.

Imagines de Manu RiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora