1

11 1 5
                                    

La kisaeng entró en los aposentos del hueso verdadero para levantar las estoras y así este supiera que su desayuno estaba preparado. La joven, de no más de 16 años, fue asustada abruptamente por el estornudo de un Kim Taehyung despierto mucho antes del alba.

- Discúlpame

La joven le hizo una reverencia e hizo el amago de salir de allí pero algo la hizo parar y contarle al joven Kim lo que había escuchado en las cocinas.

- Mi señor, entre los criados se comenta que vuestro hermano está organizando un encuentro bélico a espaldas del emperador
- ¿Una guerra?
- Para recuperar Corea del Norte, mi señor. Se dice que ha contactado con los distintos reinos de Corea
- Entiendo, gracias, Jiu, retírate

La joven Jiu hizo de nuevo una reverencia y salió de allí dejando a un hombre preocupado por el futuro de su país.
Kim salió de sus aposentos y se dirigió al salón principal para desayunar; su padre, el rey, presidía la mesa y su hermano, Yoongi, estaba sentado a su lado. Taehyung se sentó al lado de su hermano y pronto le sirvieron un bol de arroz blanco y agua con limón.
Nadie dijo nada, los tres comían en un incómodo silencio, un silencio ensordecedor capaz de desquiciar al más cuerdo de todos los hombres. El rey se levantó al terminar, camino de su despacho. Taehyung quería aprovechar la ausencia de su padre para enfrentarse a su hermano y pedirle explicaciones por lo que le había contado la kisaeng, pero sabía que aquello solo provocaría una dolorosa discusión que le dejaría en mal lugar pues, en realidad, en aquel lugar, él era el que menos relevancia tenía. Yoongi terminó y se fue también, dejando solo a un Taehyung triste y apagado debido al revuelo que armaban sus destructivos pensamientos. Se levantó de la silla y le dijo a uno de los sirvientes que avisasen a Jiu para que acudiese a sus aposentos a no mucho tardar pues el joven Kim quería dar un paseo.
La sedosa tela le envolvía como el abrazo suave y cálido de una madre. Jiu le vestía con esmero, como hacía cada mañana desde que comenzó a trabajar en palacio como su kisaeng.
- Hoy vamos a pasear por el pueblo
- Sí, mi señor
- Quiero algo para decorar la mesilla que me hizo el ebanista tailandés
- Puede ordenar que le hagan algo, mi señor
- Aún así quiero ver las maravillas que puedo llegar a encontrar

La joven Jiu asintió con la cabeza y terminó de atarle el cinto. Kim se hizo una media coleta y miró su reflejo, este no le devolvía la imagen que él esperaba.
El mercado estaba abarrotado y el sol comenzaba a pegar fuerte. La gente iba y venía sin apenas reparar en él, cosa que de alguna manera le entristeció pues estaba seguro que de ser su hermano, todo el mundo estaría de rodillas.
Jiu le advirtió que unos puestos más adelante había un joven de renombre que hacía grandes maravillas con todo tipo de materiales naturales.
- Seguro que allí encuentro lo que busco
- ¿Qué está buscando exactamente, mi señor?
- Lo sabré cuando lo vea

Se acercaron al lugar y un joven no más mayor que Kim, estaba haciendo una talla de madera con forma de cisne.

- Buenos días, ¿En qué puedo ayudarle? - preguntó el joven sin levantar la mirada.
- Me gustaría ver las tallas que ofreces
- Por supuesto, en seguida se... - el joven levantó la vista y se quedó pretrificado al encontrarse cara a cara con el hijo del rey. Se deshizo en reverencias y le pidió disculpas incontables veces por su mala educación - Mi señor, no creo tener nada digno de usted
- ¿Menosprecias tu trabajo? - le preguntó Kim con una media sonrisa.
- No, mi señor, pero nada de lo que ve aquí está hecho con buenos materiales
- Te ha dicho que se lo enseñes, ¿Vas a desobedecer una orden directa? - apuntó Jiu, a lo que Kim levantó una mano para hacerla callar.

El joven se metió dentro de su tienda y poco a poco fue sacando tallas de distintos tamaños y materiales, dejándolos encima de la gran mesa de trabajo donde Kim pudiera verlos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 03, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Un gran golpe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora