Cambios

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Mi nueva casa era muy grande, la más grande hasta ahora en las que he vivido, ya que siempre vivíamos en cuartos, en esta casa había un patio enorme y una cochera.

Compartíamos la casa con un tío lejano que tenía su esposa y sus dos hijos, el mayor tenía la misma edad que mi hermano, tenían 5 años.

La menor tenía 4 años y al principio no nos hablábamos porque éramos muy tímidas, pero después nos hicimos amigas y siempre jugábamos juntas.

La chica que nos cuidaba tuvo a su bebé y se fue a vivir con su esposo, yo empezaba a hacerme cargo de mi hermano.

El primer día de clases llegó, yo estaba muy nerviosa porque otra vez estaría sola unos cuantos meses, o quien sabe, tal vez ni consiga hacer amigos.

Cuando entré al salón, vi caras conocidas, estaban algunos de mis compañeros de 1ro, también estaba Dana y Elena, con su hermana Belén que había repetido de grado, pero también habían caras nuevas, lo triste es que no vi a Rosa, ella ya no estudiaba ahí.

Dana y Elena me hablaron y por un momento me sentí aliviada, ya que no estaría sola, como siempre lo he estado, pero luego, cada una se fue por su lado con sus amigos, otra vez volvían los solitarios recreos, aunque la verdad ya me estaba acostumbrando.

Como la chica que me cuidaba se había ido, no había alguien que me dijera que haga mi tarea, mis papás trabajaban todo el día y regresaban muy noche, y yo con mi hermanito veíamos la televisión o jugábamos, las clases se volvieron más difíciles mientras avanzaba de grado, ya estaba en 4to grado y me empezaba a estresar, dejé de hacer mis tareas.

La directora, quien me subió del kinder a la primaria, se dio cuenta de mi problema, me preguntaba porque no hacía las tareas si yo era una niña aplicada, yo en vez de eso, me hubiera gustado saber el porqué se me iba la energía, ¿era porque ya nadie me controlaba?, simplemente quería jugar o dormir.

Luego mis papás trajeron a otra chica para que nos cuidaran, ella era mucho más joven que mi prima, se llamaba Nina, tenía 17 años y era muy divertido estar con ella, ella estudiaba en la noche, así que me contaba como eran las clases ahí, sus amigos, las fiestas a las que iba, era como una amiga para mí, me hacía olvidar lo triste que era mi vida en el salón de clases, y sí, también me ayudaba con las tareas.

Mi amiga y mi no tan amigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora