Valentía

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Un día llegó una nueva alumna a mi salón, se llamaba Mariana, yo no le había visto nada raro, pero luego de unos días, Raúl, sí, el mismo de 1ro, la empezó a molestar, ella era gordita, pero en mi salón, yo y unas niñas más también lo éramos, así que no entendía porqué la molestaba sólo a ella.

Un día, el profesor nos dijo que hiciéramos un grupo de dos personas para resolver los problemas del libro, como ella estaba a mi lado, lo hicimos juntas, conversamos un poco y nos caímos bien.

No éramos oficialmente amigas ya que a veces en los recreos salíamos juntas y a veces no, ella no era tan tímida como yo, ella sí lograba hablar con los otros, por lo menos ya tenía alguien en quien confiar.

Pero Raúl la seguía molestando, y eso me irritaba, no sabía porqué la tenía en contra de Mariana, hasta que un día me di cuenta el porqué, ella tenía una enfermedad de enanismo, no recuerdo cómo me enteré, si lo dijo la directora, los profesores, Raúl o ella misma.

En todo el tiempo que estudié, no había visto personas con alguna enfermedad física, me di cuenta que en el mundo existen más personas de las "típicas" que yo conocía, pero, no sabía qué era lo malo en eso, no sabía porqué Raúl siempre la molestaba, se burlaba de su físico y de cualquier cosa la atacaba.

Aún así ella no se quedaba callada, me sorprendió mucho porque cuando me dijeron cosas feas a mí, lloré y hasta vomité, pero ella siempre le decía que ya no la moleste y lo ignoraba, tal vez ya habría aprendido a defenderse.

También había otra chica llamada Elizabeth, ella era la más alta del salón y era gordita, pero era muy callada, y no, no era tímida y miedosa como yo, ella simplemente era seria.

Había un grupo de chicas que se burlaban de ella, en ese grupo estaba Elena, lo curioso es que no se metían con su físico, simplemente no sabía que pasaba por sus mentes para que se rieran de Elizabeth, pero ella las ignoraba.

Un día, en la clase de arte, estábamos haciendo un marco de fotos con cartulina, el profesor recogió nuestros trabajos para revisarlos, y luego llamó a Bruna, la líder del grupo donde estaba Elena, para que nos devolviera los trabajos revisados a cada uno.

Ella empezó a entregarlos y cuando llegó al trabajo de Elizabeth, miró su trabajo despectivamente y lo tiró donde sus amigas diciendo: "ew, ¿quién quiere este trabajo?", sus amigas se lo tiraban entre ellas diciendo: "yo no lo quiero", con cara de asco, luego se lo tiraron a Bruna y ella me miró, me lo tiró en mi carpeta y me dijo: "¿tú lo quieres?", yo estaba asustada porque si salía a defender a Elizabeth, tal vez esas niñas cambiarían de presa, o sea, se lo agarrarían conmigo.

"Ew, tampoco lo quiero", dije casi imitándola, Bruna me miró seria y me dijo: "no te sale", tiró el marco en la carpeta de Elizabeth y se fue a entregar los demás trabajos, yo me sentía mal al no tener el valor de defender a Elizabeth, si no podía ni defenderme a mí misma, la miré desde mi carpeta y ella estaba seria, aunque creo que esta vez tenía ganas de llorar, me odié mucho ese día.

Mi amiga y mi no tan amigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora