El verdadero valor de la vida

La pregunta primordial

El verdadero significado de la vida

¿Cuál es el verdadero significado de vivir? ¿Es eso una pregunta qué realmente nosotros podemos responderla?

Respectivamente, como seres vivientes, nuestro valor a la vida debe tener un punto. Su cualificado valor está dentro de lo que nosotros día a día percibimos con un "precio". La ropa, el alimento; un auto, o un apartamento. Todos estos factores, los humanos, los detectamos como objetos con un valor determinado. Una prenda de vestir tendrá un par de miles de pesos. Un kilo de papas, una presa de pollo o un paquete de fideos costará ciertos billetes. El auto o el apartamento ya costarán sus millones de pesos más. Cada una de estas cosas, las personas, pueden lograr evaluarlas en un cierto grado de peso económico, el cual se traduce a un peso de mero valor; un precio.

Si ahora nos ponemos a pensar con esa lógica: ¿Cuánto valdría la vida humana? Mi respuesta: Nada.

La vida humana solo trasciende a lo objetivo, y por ende, los mismos objetos que rodean a la misma. ¿Cuánto le costará un kilo de papas a un granjero? Claramente, si lo vemos de este modo, el granjero puede cosechar un kilo de papas a cambio de unos meses. Él lo gana a cambio de tiempo. Planteemos la misma pregunta pero en un escenario más dramático. ¿Cuánto costará la vida de una persona a cambio de la vida de 1.000? Si lo vemos así, es mejor a que muera un individuo antes de que mueran 1.000 (Un escenario con un pensamiento objetivo, al igual que el anterior). Si ahora planteamos esta misma pregunta pero con diferentes valores, la taza se desmorona, y lo que realmente importa cambia drásticamente su significado. ¿Cuánto cuesta la vida del hombre qué puede revivir a cualquiera de la muerte, pero a cambio 1.000 personas? Si lo vemos así, nuevamente trasciende el mismo concepto que el de antes. Si este hombre, con tal de que siga vivo, puede revivir a todas las personas que se sacrifiquen por él, bastará con mero tiempo para poder concluir con un final en donde todos aquellos que en algún momento murieron, vivan. Este valor (Si lo podemos considerar en algún punto "valor", claro), meramente objetivo. ¿Eso quiere decir de qué el valor de la vida se basa en objetividad? ¿Es acaso la vida humana un juego objetivo? Remontémonos nuevamente a otro plano con una respuesta diferente.

En un parque hay dos niños de la misma clase y condiciones sociales. Ambos son afectados por la pobreza. Sus padres, al igual que muchos otros millones a lo largo del mundo, trabajan de manera exhaustiva solo para poder llevar un plato de comida diario a la casa. Los dos pequeños, por solo tener una condición de vida mediocre, tienen un valor de vida igual de mediocre. Al ser estos tan solo niños, su pequeño nivel de procesamiento cerebral es igual de insignificante. Realmente el mundo sería igual si estos dos niños muriesen atropellados, por desnutrición o hipotermia. Usemos el mismo ejemplo que antes pero desmontémoslo un poco. En el parque hay dos niños con la misma clase y condición social. Los dos niños son hijos de las dos familias más ricas del planeta. Ahora, si tenemos este punto en cuenta, su valor de vida aumentará mucho más por el simple hecho que heredarán las pertenencias y lujos que sus padres tienen por ser ricos. A pesar de sus vidas tener un precio invaluable de lo alto que es, sus capacidades en general son igual de insignificantes que las de los otros dos anteriores niños. El mundo sería igual si los dos niños muriesen por cualquiera de los casos mencionados anteriormente.

Ya con esto sabido, ¿es realmente posible poder valuar una vida tan solo por sus pertenencias? Sí. Pudimos cualificar la importancia de las vidas de ambos chicos en un suceso subjetivo, tanto como en uno objetivo. Subjetivamente, el precio de la vida de los niños del primer ejemplo es muy reducido; al contrario del primer ejemplo, los niños del segundo caso tienen un precio de vida sumamente alto, indeterminando si son sustentables o no para el mundo. Objetivamente, el precio de sus vidas es exactamente el mismo, pues los 4 niños presentan la misma cualidad tan baja de procesamiento. ¿Entonces es el valor de la vida subjetivo? ¿La respuesta a esta pregunta resalta únicamente en la subjetividad? Continuaré con otro ejemplo.

Tomaré propiedades tanto de la primera explicación como de la segunda.

Es en este caso donde están los 4 niños en un mismo parque. Los de la clase y estatus social baja, como los de la alta. Si vemos el valor de las 4 vidas, notaremos que subjetivamente hablando, hay dos vidas drásticamente superiores en cuánto a precio superiores a las otras dos; si al contrario, hablamos de manera objetiva, notaremos que las cuatro vidas tienen el mismo precio. Tomemos, ahora, la propiedad de la primera explicación que di. Si un granjero quiere un kilo de papas, no tiene que pagar nada más que su tiempo para poder obtenerlas. Es este el caso en donde procedemos a usar la propiedad de "tiempo", y su utilidad para rescatar los casos con mera objetividad. Hagamos que los 4 niños se vuelvan en adultos, tomen sus profesiones y evolucionen como humanos. Usando la propiedad del tiempo, notaremos que, objetivamente hablando, las 4 vidas tienen un precio bastante diferente las unas de las otras. Uno de esos niños pobres terminó siendo un ladrón; en cambio, el otro niño se convirtió en un científico. Por el otro lado, uno de los dos niños ricos es abogado, pero el otro solo un adulto vago que depende del dinero de su padre. Claramente, si ponemos en una balanza las 4 vidas de esos niños, notaremos que, objetivamente hablando, el niño que se volvió científico pesa más que cualquier otro, pues su sentido de la vida da a lugar al progreso como humanos. Entonces, ¿es acaso el valor de la vida una fusión entre una definición subjetiva cómo objetiva? ¿Acaso es otra la respuesta a aquella pregunta? Pues, si lo vemos de la manera en la que puse las situaciones, el valor de la vida es dependiente de estos dos formatos, pero, si realmente queremos encontrar una respuesta legítima a esta pregunta, tan solo se resume en esto: «El valor de la vida existe cuando la pierdes. Si tú robas cien mil pesos a una persona, verás el valor en tus manos, pero si eres tú a quién le robaron cien mil pesos, notarás que perdiste el valor de las cosas. Te preguntarás a cada momento qué podrías haber hecho con esos cien mil pesos. Te cuestionarás por qué no los gastaste antes, o los guardaste en algún lugar. Notarás que acabas de darle el valor a tus cien mil pesos en un instante previo a la pérdida de los mismos. Nosotros conoceremos el valor de la vida cuando muramos, si es que realmente hay algo más allá de lo que ideamos como "muerte"»