Capítulo 31

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En la ciudad celestial, los hermanos Decanini habían acudido al llamado de Norte, al saber que Romina estaba en problemas, no dudaron en seguirlos. El supremo líder también llamó a Andrea Delire.

Andrea y Romina estaban siendo examinadas por Norte con una plegaria, eran las 4 de la mañana.

—No logró detectar algo en particular— habló mientras Jaredith estaba a su lado entregándoles un té para calmar a ambas chicas — pero su energía ha cambiado— suspiro y busco consuelo en la mirada de su esposa.

—¿Qué quiere decir eso Norte? Mi hija y mi  cuñada están siendo atacadas por un ser intangente —hablaba Hafner tratando de calmarse, pero veía a su hija demasiado atemorizada.

—Te voy a ser bien sincero amigo mío, tu hija y cuñada no regresaron solas del limbo, trajeron al ser que las atormento allá —

Andrea estaba llorando —No me puede dejar en paz ese ser—Evan la abrazo tratando de calmarla.

—Vamos a hacer que ese ser se vaya, confía en mi — decía Evan tomandola del rostro obligándolo a verlo.

—Con mi vida, confío en ti con mi vida — repitió Andrea abrazando a su lobo.

—Empezaré a investigar— habló Romina por primera vez en un largo rato, después de agarrar valor— sobre este antepasado, no sabemos nada de él. Solo que estaba muerto y que es malo—Hafner miro a su hija con orgullo, su pequeña Romina, a pesar de todo lo que ha pasado en su vida, siempre se le ha dado por darle batalla a las situaciones que se le presenta.

—Odio esa familia Romina, aunque sea mi familia. Nos hicieron mucho daño a mi abuela y a mi. Yo no quería saber nada de ellos, pero te voy a ayudar a investigar —

—Ellos no son tu familia cariño, somos nosotros — trataba de consolarla.

—No duden en avisarnos todo lo que encuéntren  — dijo el supremo líder— Romina por el momento creo que es mejor que estés en la tierra, aquí no tienes el auxilio de tu familia—

—Pero no quiero dejar la división Norte, yo vivo para ese puesto, me encanta ayudar a mantener el orden —

—No lo vas a dejar, tranquila— le aseguro Jaredith— nosotros hemos visto el empeño que le pones a tu trabajo — con una sonrisa tranquila— serás llamada para misiones y podrás seguir entrenando aquí en la ciudad celestial —

—Ahora tendrás tránsito libre, podrás venir e irte cuantas veces quieras— siguió hablando Norte — ya avise a los que custodian la entrada—

—Muchas gracias, de verdad. No los defraudaré — aseguró Romina, los Lightson le sonrieron.

—Es hora de volver a casa hija— dijo Hafner abrazando a su hija menor —¿Y este anillo?—veía como su hija lo acariciaba mucho.

—Me lo compre en Corea del Sur, ¿te gusta?— todavía no quería adelantarse, Zaid y ella aún no habían decidido cuándo decirle a la familia lo qué pasó. Cargo a Ariel y la acomodo en su morralito.

—Esta hermoso— sin saber el significado que tenía para su hija.

En cuanto llegamos a la casa, ahí estaba mi familia preocupada, ahí estaba él, estaba igual que ellos.  No me importo, corrí a abrazarlo, su aroma me tranquilizo.

—No dejare que te pase nada— me aseguro Zaid, la seguridad de sus palabras me hizo sentirme seguro. —Te lo prometo muñequita—sonreí al sentir como besaba mi frente. También tenía el anillo puesto, me sentía muy bien con eso.

—Que bueno que ya son amigos de nuevo— hablo mi tío Evan con una sonrisa divertida, recordando que teníamos público, haciéndome resistir a los impulsos de besar a Zaid.

—Bueno tenemos que empezar a protegerlas — empezó a hablar mi papá.

—Recuerdo que la magia de Zaid, fue la que protegió a Romina, durante el tiempo que estaba en el limbo—dijo Andrea mirando a Zaid— igual ¿nos puedes ayudar?—

—Si, saben que no hay problema, en eso— colocándonos una pequeña capa de magia a Andrea y a mi.

Mamá llego a abrazarme, estaba preocupada —¿Por qué siempre te tiene que pasar algo a ti? Mi niña —

—Tengo mala suerte, definitivamente — mi mamá suspiro —pero ahora no le he visto la cara—

—Ni yo, es algo bueno porque ahora sino me asustaría más —

—¿Cómo han visto al ser?— pregunto Finnigan observándonos con seriedad, mi hermanita estaba a su lado.

—Es imperceptible, lo notas, si prestas atención a tu alrededor, está ahí esperando a que lo veas — dijo Andrea y asentí, disimuladamente me senté a lado de Zaid.

—Lo vez como un ser totalmente de negro, gruñe demasiado — dije recordándolo— nada diferente a como lo conocí en el limbo.

Lily tomó el morralito de Ariel. Ambas destapamos a mi perrito.

—Pobrecita está muy asustada—Ariel estaba engaruñada en una esquina temblando.

—No se como hacer que deje de temblar desde el incidente—la cargue y la refugie en mi hombro— ya estamos en un lugar seguro Ariel, no dejaré que te pase nada —le acomode sus moñitos y su vestidito que hacía juego.

—La bendición también vio al fantasma, tendrá traumas Minita, llévala a terapia — con ironía mi tío Evan. Andrea le dio un codazo, se lo agradecí.

—Mañana empezamos a buscar más acerca de este ser— mi mamá había hecho un retrato hablado del ser — si da miedo con solo verlo—

—Vamos a descansar, ya es muy tarde. O bueno muy temprano en la mañana, necesitamos dormir — hablo Evan bostezando, todos se veían cansados, menos Finn.

Me estaba ya alistando para dormir, cuando siento como me abrazan por detrás — hola hermosa— ahí estaba Zaid, sonreí.

—Amor — susurré y Zaid me beso con la misma desesperación que yo lo estaba besando a él. —Estoy feliz al menos te pude ver antes de lo planeado — entre besos, ya estaba quitándole el saco y él quitándome la blusa, era como un frenesí. Nunca antes había experimentado, el deseo, estaba perdida en él. — Nos van a descubrir, amor — estaba besandole el torso y acariciandole el mismo.

—No lo harán muñequita, oculté mi esencia, se supone que estoy dormida en el cuarto de huéspedes — era todo lo que necesitaba escuchar, como si mi cuerpo necesitara a Zaid, los besos y las caricias de él. —Te extrañe esposa, mía —llevándome a mi cama acomodándose arriba de mí.

—Yo también te extrañe esposo— dándole el espacio necesario entre mis piernas. Sonreí al ver como sacaba un paquetito plateado.  [...]

—Vente a vivir a mi departamento, estarás segura ahí — me acariciaba la espalda. —Nada te faltará a ti o Ariel —

—Hablando de Ariel, tengo miedo que esa cosa le haga daño, en las películas de miedo que he visto muere primero el perro —Zaid solo me hizo mirarlo.

—Nada le pasará, relájate mi amor. Le tienes demasiado aprecio a Ariel como para que yo deje que le pase algo — Me refugié entre las sábanas y lo besé.

—Bueno, ella fue mi compañera por mucho tiempo, los días que me la pasaba sola en la ciudad celestial, pasaron a ser días felices con ella— me levante con cuidado, me vestí al igual que Zaid y saqué a Ariel de mi baño. Ella se fue rápidamente a su camita a lado de la mía. —¿Lo vez? Esta acostumbrada a mi y yo a ella—sonreí — Por cierto, ¿como vas con ese caso importante?—

—Esta complicado muñequita, la parte demandante tiene argumentos muy contundentes contra mi cliente, estamos ahorita recabando pruebas para probar inocencia —

—Se que lo harás bien, eres el mejor abogado —lo besé con gusto, mientras me quedaba dormida viéndolo.

Déjame volar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora