Capítulo 21: "No Puedo Estar Embarazada"

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Me di un baño, para empezar bien mi día. Mientras me cambiaba, ordenaba mi cama y recordé la divertida y ocupada noche que tuve con Michael. Estaba con mi típica ropa, me hice una cola de caballo y me maquillé algo natural.
En la mesa estaban los de siempre, solo con la pequeña diferencia que estaba Debbie, al verme puso su cara de pocos amigos y la verdad que me da igual. Espero que no sospeche de nada.

- Buenos días a todos - me senté en el lugar de siempre.

- ¿Cómo amaneciste? - preguntó Michael.

- Digamos que bien - hice un gesto.

- Michael, hoy fui a tu habitación y no te encontré - dijo Martha.

- Oh... este... - me miró - fui a dar una... una caminata por el jardín - sonrió.

- ¿En pijama? - Martha arqueó una ceja.

- Claro, después me di un baño de aquellos - bebió su café.

- Por fin me hiciste caso - dijo Debbie.

- ¿Sobre qué? - preguntó Michael.

- Las caminatas en las mañanas - sonrió.

- Las haré todos los días - Michael sonrió al verme.

Michael y yo sonreímos cada vez que nuestras miradas chocaban, esos ojos cafés me hacían perder la cordura.
Di un bocado del keke de chocolate que había preparado Martha y unas ganas de vomitar se apoderaron de mi, me puse de pie y corrí al baño del primer piso, me arrodillé y boté todo lo que había comido. Michael estaba a mi lado cogiendo mi cabello.

- Debió ser los camarones - acariciaba mi espalda - ¿Ya terminaste? - seguía vomitando - pequeña...

- No debí comer los camarones - limpié mi boca con mi mano y con esa misma cogí la mejilla de Michael - Te amo.

- Yo... yo también - hizo un gesto - lava tu boca y manos.

Volvimos a la mesa y todos nos miraron esperando una respuesta; Martha, me miraba de una manera particular; Will, con asco; Michael, como siempre y Debbie, con disgusto. Frank había llegado en el transcurso que estaba en el baño.

- Será mejor que te quedes en casa - dijo Michael.

- No, claro que no - dije - no puedes ir sin seguridad.

- Estás débil, acabas de votar todo lo que has comido - se puso de pie.

- Pero...

- Sin peros, (Tn) - me miró - te quedas.

Al escucharlo la sangre me comenzó a hervir pero, de cierta manera tiene razón; no estaba bien y todo mi desayuno lo había botado. Llegó el momento de irse y me despedí de ellos, Michael le ofreció a Debbie ir, ya que nunca había estado en un estudio. Will iría en mi reemplazo, eso me tenía calmada, mi Michael estaría bien. Entré con Martha a la sala y me acosté sobre el sofá.

- Me siento fatal - cerré mis ojos.

- Lo veo - dijo - por tus síntomas diría que estás embarazada, pero eso sería estúpido, ¿Verdad?

Cuándo escuché esas palabras mis ojos se abrieron como lunas, recordé la noche que pasé con Michael en República Dominicana y todas las demás. Tapé mi rostro y me quedé así unos segundos.

- Carajo - me puse de pie.

- ¿Qué pasó en República Dominicana? - Martha se puso delante mio.

- Dirás... Qué no pasó - suspiré.

- ¿Estuviste con Michael? - tapó su boca.

- Si - me senté en el sofá - no debió pasar, soy una tonta.

Corazón Valiente (Novela De Michael y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora