𝐅𝐀𝐂𝐓𝐒 𝐁𝐎𝐎𝐊

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Ficha básica:

Nombre completo:
- Frederick Garlick Wagner.
- Louise Garlick Wagner

Edad: 19 años

Especie:
- Humano (Frederick)
- Fantasma (Louise)

Fecha de nacimiento: 05/Septiembre

Lugar de nacimiento: Francia, Lyon

Ocupación: Guías espirituales para almas perdidas.

Estado civil: Soltero

Familia:

- Allen Garlick (Padre biológico) [Asesinado]

- Bernadette Wagner (Madre biológica) [Viva]

- Angelique Bernan (Hermana adoptiva) [Viva]

Habilidades:

Frederick:

- Percepción de fenómenos sobrenaturales: Una habilidad heredada de su madre, puede percibir y ver entes sobrenaturales ocultos ante el ojo humano.

- Interacción directa con entes: Debido al vínculo que tiene con su hermano, puede comunicarse directamente con estos entes, sin necesidad de rituales previos.

- Manejo de armas: Si bien es una habilidad que le gustaría no necesitar, en la actualidad es algo que ha necesitado más de una vez, ya sea armas blancas, o especiales para entes realmente malignos de los que necesite defenderse.

Louise:

- Inmortalidad condicional: Nadie puede morir dos veces, por lo que cualquier daño que intentes causarle será inútil, es un ser inmortal, siempre y cuando esté pegado a un cuerpo.

- Posesión: Puede poseer un cuerpo y hacerle hacer su voluntad, aunque es por tiempo limitado.

- Intangibilidad e invisibilidad: Es capaz de atravesar cualquier cuerpo sólido, como el no ser visto por cualquiera, solo cuando quiere dejarse ver.

Debilidades¿:

Frederick:

- Estado delicado de salud: Al haber varias complicaciones durante el embarazo de su madre (al ser esta muy joven) el parto acabó siendo prematuro, lo que dio resultado a una salud muy delicada de su parte, cosa que Louise cura desde dentro, aunque con sus represalias.

- Corta esperanza de vida: El precio de tener dos almas en tu cuerpo es alto, por lo que los años que tendrá están contados. Sin embargo, debido a su estado de salud, si Louise lo dejara, ese riesgo de muerte se elevaría.

Louise:

- Existencia condicional: Al haber crecido como un alma pegada a un cuerpo ajeno, necesita de la energía de este mismo para sobrevivir. Debido a un hechizo puesto por el hombre que le permitió quedarse en el mundo, necesita un cuerpo para sobrevivir o de lo contrario, va a desvanecerse y quedarse en la nada misma.

- Insensibilidad: No puede sentir nada, al menos no físico, lo que para otros suena a una ventaja, para él de lo más frustrante que puede haber.

Gustos:

Frederick:

- Los perros: Tuvo uno cuando era más pequeño, aunque lastimosamente lo perdió, de una manera algo peculiar [Se profundizará en eso más adelante]

- Pastel de chocolate: Era su postre favorito desde pequeño, aún si en toda su vida solo lo comió de dos a tres veces.

- Los lugares cálidos: Suele sentirse más cómodo en estos, lejos de viejos recuerdos.

Louise:

- Los gatos: Nunca tuvo uno realmente,  pero desde que vio un par en la calle y estos le regresaron la mirada, supo que eran sus favoritos.

- Los niños: La inocencia que hay en ellos le resulta adorable y encantadora, a veces ha intentado llevarse bien con alguno, aunque no logren verlo.

Disgustos:

Frederick:

- La carne: Simplemente la desprecia, siente mareos y náuseas de solo ver el plato enfrente, por muy bien cocinada que esté. [Se profundizará en eso más adelante]

- Los insectos: Sufre de Insectofobia, es incapaz de siquiera moverse si tiene uno cerca. Aún así, se ve incapaz de dañarlos, tiene un cuidado obsesivo por no pisar ni siquiera una hormiga.

- Los lugares fríos: La sensación del frío le trae horribles recuerdos, la heladera de su padre era de lo que más tenía, a decir verdad, y el recordarla es una experiencia terrible para él.

Louise:

- Ser un fantasma: Eso ha significado que casi nadie ha podido verlo, la única persona fue Javis, un compañero de Frederick, quien le enseñó lo que sabe sobre guiar almas perdidas, y la misma persona que unió su alma al cuerpo de su hermano. Pero además de él, era alguien invisible para la mayoría del mundo y aunque no le gustaba admitirlo, se sentía bastante solo.

- Su padre: Simplemente no tolera siquiera decir esa palabra, y el verse obligado a hablar de él lo pone vulnerable al punto del llanto, por lo que puede llegar a desconfiar de quien pueda tomar ese lugar en su vida, al menos al principio.

Ficha terminada. Siguiente apartado: Biografía (Niñez)