Prologo

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Sam

No encontraba las llaves de mi coche, las necesitaba para llegar a tiempo a mi examen. Hoy era el día de rendir mi último examen de medicina, hoy se determinaba el resultado de haber estudiado tantos años; estaba tan nerviosa que me temblaban hasta las manos. Escuche que alguien golpeaba mi puerta.

-Pasa- dije para luego ver a Daphne, mi hermana melliza.

-¿Qué haces?- preguntó mientras se sentaba en mi cama.

-Hoy tengo mi último examen y no encuentro mis llaves- dije al borde de la histeria.

-Pregúntale a Bruno, siempre usa tu coche.

-Cierto...- dije saliendo de la habitación.

-¡Espera! Tengo una cita ¿me prestas ropa? –dijo con cara de inocente, la misma que pone cuando quiere algo.

-Esta bien toma lo que quieras, excepto mis zapatos.- dije dirigiendome al cuarto de mi hermano menor.

Más vale que ese demonio tenga mis llaves porque si no tendría que pedirle a mi padre que me llevara, y siempre se enoja si lo interrumpen cuando trabaja en su escritorio. Encima mi hermano ni siquiera tiene licencia y aun así usa mi coche.

-Bruno ¿tienes mis llaves?- dije entrando a su habitación.

-¡Oye toca!- gritó mirando hacia la puerta.

-¿Por qué que tanto hacías eh?- lo molesté.

-¿Qué quieres?- dijo ignorando mi pregunta.

- Ya te dije, mis llaves. ¿Qué es toda esta chatarra?- dije señalando todo los aparatos de su escritorio.

Su habitación estaba llena de basura, según él eran cosas "recicladas" que usaba para sus inventos tecnológicos. Inventos que, obvio, nunca servían pero supongo que así empezaron los mejores cientificos ¿no?

-No son chatarra, son parte de una posible máquina del tiempo- dijo muy normal.

-Sabes sé que algún día inventaras algo grande, hermanito, pero frases como esas hacen que me asuste tu salud mental.

Él rodo los ojos pero no dijo nada. Continúe observando las cosas de su habitación cuando note una pistola metálica que tenía toda la pinta de ser un arma laser de película.

-¿Tu máquina del tiempo tiene forma de pistola? Eso me tranquiliza.

-Claro que no. Esa es la máquina del tiempo- dijo señalando una especie de control con muchos botones.

-¿Y con que botón funciona?

-Con el rojo

-Ja que cliché, creí que una máquina del tiempo seria más grande- dije burlándome.

-Sí, pero es un prototipo así que no vayas... ¡NO, NO TOQUES EL BOTON!- me gritó, pero ya era tarde, había apretado el botón.

-Bruno dime que esto es normal- dije viendo como mi mano empezaba a desaparecer. Sentía un fuerte hormigeo en todo el cuerpo.

-¡NO LO SE, NO LA HABIA PROBADO AÚN!- dijo asustado.

-¡BRUNO ES TU MAQUINA, VOY A MATARTE!- estaba desapareciendo.

-¡TE DIJE QUE NO LA TOCARAS!

-¡ENCERIO ME DICES ESO CUANDO ESTOY DESAPARECIENDO!- sentía la vista algo borrosa.

-¡MIERDA, PAPÁ VA A MATARME!

Fue lo último que escuche de mi hermano, no recuerdo nada más luego de eso. Espero que no vaya a aparecer muy atrás en el tiempo y menos con este vestido tan corto para una época medieval, aunque siempre quise viajar a esas épocas hubiera preferido un vestido más acorde. 

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