Primer día de clase.

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El sonido de la puerta fue lo que me despertó esa mañana, el primer día de clase. Bueno vayamos a ello Leila, tu puedes.

-Buenos días Leila, ¿que tal has dormido?¿Preparada para tu primer día de clase?

-Buenos dias. Si, supongo.

-Venga vistete y ven a desayunar mamá te ha hecho el desayuno y te espera abajo.

Si, era mi hermana mayor. Solo nos llevábamos dos años y nos llevábamos bien salvo en los momentos de elegir sobre algo.

-Buenos días mamá –le dije acercandome para besarla.

-Buenos dias Leila –me dijo sonriendo.

-¿Te queda mucho? –preguntó mi hermana Sara.

-No, ya termino –le respondí

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Me baje del coche y despedí a mi hermana para entrar a clase no quería llegar tarde mi primer día.

Nada mas entrar me fije en como estaba decorado, era muy diferente del que venía y me llamó bastante la antención. Tenía taquillas a la entrada y me resultó atractivo ya que en el anterior no teníamos.

Estaba muy pérdida en cuanto una chica de pelo largo castaño, ojos de color miel y con aspecto llamativo sin ser muy visto se me acercó.

-Hola, ¿eres nueva? Me llamo Wendy.

-Hola encantada, ¿tanto se nota? ¡Ay perdona! Me llamo Leila.

-No, solo que me conoce casi todo el instituto y soy muy amigable pero tu cara no me sonaba haberla visto antes por los pasillos –contestó

-Por cierto, ¿a que clase vas? -me preguntó amablemente

-Voy al aula 18 si he entendido bien -respondí con una sonrisa

-¿por casualidad te toca literatura?

-Si, ¿tu también vas? -pregunté con curiosidad

-No, pero si mi mejor amiga. No le agrada mucho esa asignatura que digamos y cada lunes me habla como le fue. Mira ahí viene por cierto -dijo señalando para una chica de mediana estatura con el pelo negro cortito y flequillo

-Hola, adivino eres nueva y ya te hablo Wendy sobre el instituto.

-Hola, si algo así. Soy Leila encantada.

-Verdad ni me presente, perdona. Soy Darlyne.

Al tocar el timbre nos fuimos a clase y Darlyne me estuvo contando sobre las clases, los profesores, los alumnos...

La clase de me hizo un poco pesada como no metida en mis pensamientos como de constumbre en el antiguo instituto ya que no me agradaba mucho ni asignaturas ni profesores ni compañeros... Leila centrate tienes que aprobar curso y ser optimista.

Pero recien entrar me habló un chico muy majo. Llamado Dylan y fue muy amable y comprensivo por no entender nada. Por primera vez no me miraban raro después de Wendy y Darlyne. Parecía que podría gustarme esto un poco más de lo que creí.

Al salir de clase fuimos a las taquillas para dejar los libros e ir a la cafetería a tomar algo. Al llegar nos sentamos para pedir algo, yo como siempre me pedí un té me encanta me podría llevar todo el día bebiendo solo de eso. Aunque antes me encantaba la leche sola sin más, con el tiempo me terminé cansando y bueno por otras más razones termine bebiendo sólo té a todas horas.

-Hola, soy el mejor amigo de Wendy y Darlyne

-Hola, soy Laila encantanda. Lo siento me tengo que ir mi hermana me espera en la puerta, mañana nos vemos – les dije recogiendo mis cosas y marchándome a la puerta a esperar a mi hermana

-Al fin llegas – dijo mi hermana

-Lo siento se me hizo tarde –le sonreí

Al montarme en el coche sentí como si me estuviese hablando mi hermana, pero estaba tan metida visualizando el día y pensando como serían esos chicos tan simpáticos durante la semana, si me seguirían hablando o me dejarían de lado como siempre ha hecho todo el mundo

-Eh oye, ¿me estás escuchando?

-Si claro, perdona

-¿Qué tal tu primero día?¿Te fue bien?¿Has hecho amigos nuevos?¿Y los profesores?¿Es grande?

Sentí una presión como si no me dejase respirar con tantas preguntas

-Si, muy bien. Son bastantes más personas que en el antiguo instituto y me he sentido bastante bien, muy grande y un poco perdida al principio pero eso es todo

Al llegar a casa como normalmente solía ocurrir día a día no había nadie en casa sólo mi hermana mayor y yo. Como estar sola por que ella se encierra en su cuarto como si no existiese mundo alguno. Me pregunto si estará tan dólida como yo y si se hará tantas preguntas como yo, pero por alguna razón que desconozco nunca me atrevo a preguntar, por si se aleja aún más de mi o por miedo a saber la respuesta y la pregunta que pueda hacer.

La vida en sueños.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora