Siempre había estado ahí, pero los años vinieron y las malas decisiones llegaron.
A los 14 años regalé mi corazón entero y me lo devolvieron en pedacitos. Si, pudo haber sido la falta de experiencia o la curiosidad que siempre mata al gato. Fué ahí en donde comenzó la caída.
Con un poco de miedo quizás, volví a regalar un par de pedacitos de corazón que quedaron, y nuevamente se rompieron. Intenté pegar los pedazos rotos pero nada funcionaba; solo empeoraba la situación ya que en momentos de soledad nada llenaba el vacío ni eliminaba los miles de pensamientos por segundo. A su vez, la comparación, el sentimiento de ser "invisible" y los problemas familiares entraban en juego. Noches de insomnio, silencios que tapan gritos internos, desánimo y ganas de no sentir mas nada.
Llegó la noche más oscura en mi vida, parecía que todo iba a derrumbarse y ya no habría más salida. Pero en el fondo, una luz vino hacia mí, y no era justamente la de muerte, sino la de vida. Y me susurró al oído: ¡Que bueno que volviste! Te estaba esperando.
Reitero: siempre estuve ahí, pero esta vez fue diferente.
Crecí escuchando sobre Él, pero a partir de ese susurro comencé a verlo con mis propios ojos.
Los malos pensamientos se transformaron en buenos. Comprendí mi identidad y ya no es necesaria la comparación.
La tristeza se transformó en alegría.
Los vacíos del corazón: si, fueron un proceso de sanidad, cada día abrazaba mi corazón. Los pedacitos se comenzaron a unir cada vez más hasta quedar completamente sano y lleno.Así fué como Jesús Restauró mi Vida. Hoy puedo decirte que las cicatrices de ayer ya no duelen, sólo me recuerdan lo grande y bueno que es Dios.
Jesús Restaura Vidas, y yo soy testimonio de eso. ❤️ Si necesitas charlar, mandame mensaje que con gusto te voy a responder.
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LA NOCHE MÁS OSCURA
Cerita PendekUna caída lenta. ¿Qué puede hacer uno cuando se encuentra en un pozo sin salida; dónde se encuentra con vacíos y falta de identidad? ¿Qué hace uno cuando se siente invisible y tiene el corazón roto? En este corto relato te cuento cómo salí de ese p...