Cada día me iba haciendo más amiga de Mariana, un día nos tocó hacer una exposición, por lo que tuve que ir a su casa.
Era una casa muy bonita, nada comparada en la que yo vivía, yo vivía en una casa sin pintar, sin piso, en cambio su casa era de color amarillo y marrón, adentro tenía el piso de mayolica, sus muebles eran nuevos, todo era muy bonito.
Su mamá era muy amable, después de almorzar juntas, fuimos a su computadora, tenía internet, en esos años yo recién estaba conociendo el mundo informático.
Hicimos la tarea y luego fuimos a jugar con sus juguetes, me divertí mucho ese día, a pesar de que no éramos tan mejores amigas, pero me sentía acompañada.
El año terminó, nuestro siguiente grado era el último de la primaria, 6to grado, yo tenía 10 años.
Sólo nos quedamos yo, Mariana, Elizabeth y Dana, de los chicos se quedaron Gian y Raúl, aunque entraron dos niños nuevos llamados Adrián y Alan, sólo nosotros haríamos la graduación, como dije, el colegio era pequeño por lo que no habían tantos alumnos.
Esta vez me hablaba más con ellas tres, aunque yo seguía siendo tímida, pero ya no estaba sola, siempre conversábamos sobre las series que veíamos, a veces Dana iba a jugar a mi casa, recuerdo que ella tenía el auto de Barbie, algo que siempre he querido, y una vez me lo prestó por una semana.
También iba a la casa de Mariana para jugar o ir donde sus amigos de su iglesia, y la verdad nunca supe dónde vivía Elizabeth, pero en el salón a veces nos sentábamos juntas y ella era muy graciosa, me daba risa cuando se ponía en modo fan por Lady Gaga o sus actores de Disney Channel.
Y hablaba también un poco con los chicos, más con Gian porque lo conocía más tiempo, hubiera podido hablar también con Raúl pero era demasiado inmaduro, o sea todos teníamos 10 u 11 años pero por lo menos sabíamos nuestros límites o pisábamos tierra, él era diferente, sólo vivía en el mundo de la lucha libre que tanto le encantaba, hasta ponía a hacer pelear a sus cuadernos.
A veces me daba risa, y a veces cólera porque seguía molestando a Mariana por su discapacidad, siempre le decíamos que no la molestara, incluso que en el futuro se iba a enamorar de alguien así o que sus hijos podrían salir así, pero él no nos hacía caso.
Era algo que no podía quedar así, ya eran 3 años hostigandola hasta que la mamá de Mariana habló con él, creo que desde ahí bajó un poco, aunque Mariana ya estaba acostumbrada y le daba igual, pero de todas maneras ella quería algo de paz.
Y a veces me daba pena, Raúl perdió a su papá en un accidente cuando era un niño pequeño, lo vio morir delante de sus ojos, su mamá trabajaba en el mercado y su hermana estudiaba en la universidad, no tenía quien lo acompañe, tal vez por eso tampoco había alguien que lo controlara, él se cuidaba solo.
Pero supongo que él ya tenía superado ese tema, recuerdo que una vez fuimos a hacer un trabajo grupal en su casa junto a Gian y Dana, su casa parecía una mansión que cuando llegas, aparecen truenos, aunque fuimos en un día soleado.
Jugamos a las escondidas los 4 solitos, era una casa de 3 pisos, y Raúl apagó las luces, era una verdadera casa de terror, todos corríamos gritando jaja, y él decía que iba a aparecer un fantasma, recordar esos momentos, aunque raros, de la niñez me da nostalgia.
De todas maneras, estoy segura de que sí extrañaba a su papá, y que le hacía mucha falta el apoyo de alguien, me pongo a pensar en el niño de 2do que me molestaba, en Bruna o Elena, algo debió haber fallado para que ellos sean así, es triste porque luego sus acciones afectan también a los demás.
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Mi amiga y mi no tan amiga
Teen Fiction"Siempre me he caracterizado como una persona solitaria y sin amigos, nunca supe el significado de lo que es la amistad, pero dos personas me enseñaron, mi amiga y mi no tan amiga."