Confesión. GaaLee. [Terminada]

21.Shock.

   Y cuando terminó de leer dijo en un susurro que no sé hubiese escuchado de no ser por el micrófono:
-Te amo, Rock Lee.
     Y dicho esto, salió corriendo del escenario lo más rápido que pudo sin escuchar nada de lo que pasaba en los asientos. Cuando la audiencia salió del shock de lo que había pasado, después de darse cuenta de que eso era una declaración de amor todos empezaron a aplaudir con mucha más fuerza que al principio. Incluso, Yamato estaba algo conmovido y dejó escapar una sonrisa mientras que Kakashi aplaudió con mucha vehemencia porque se encontraba muy orgulloso de lo que acababa de pasar. Los aplausos aumentaban de intensidad mientras se escuchaban gritos de apoyo para Gaara quien se encontraba escondido detrás del escenario donde había estado esperando todo el tiempo. No se animaba a mirar por temor de lo que esa persona que tanto amara pudiese hacer.
    Rock Lee fue quién más se quedaba en shock, principalmente porque no se esperaba eso de parte de Gaara y segundo porque la sensación cálida que comenzaba a viajar por su cuerpo lo reconfortaba. Estuvo un par de segundos así mientras Neji y Tenten intentaban sacarlo de su aturdimiento que lo había dejado congelado en el lugar. Se estaban empezando a asustar cuando Rock Lee se sobresaltó y se levantó muy rápido, comenzó a pasar por encima de los asientos para intentar llegar al escenario.
     -PARA, ¿QUÉ HACES?- gritó Neji anonadado por lo que su amigo estaba haciendo. Gaara, que seguía sin mirar desvió la mirada hacía los asientos y pudo ver porque gritaba Neji. Empezó a ver como Rock Lee se acercaba, demasiado colorado incluso para él. Kakashi gritaba, Yamato gritaba, sus amigos alentaba, todo era un caos y el colorado no podía moverse. Se quedó inmóvil hasta que una mano tirándolo lo sacó del estupor.
    -Hola, hermoso- le dijo Rock Lee mientras entrelazaba sus dedos con los de Gaara.- Vení, acompáñame- Y sin esperar respuesta, volvió a tirar de Gaara hasta que bajó del escenario y comenzaron a correr hacia la salida. El colorado que no entendía nada, simplemente se dejó llevar, ya no tenía nada que perder.