I. ❝Mr. Kim❞

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Siempre he encontrado maneras creativas de saciar mi curiosidad lasciva. Y ahora, a los dieciocho, todavía quiero hacer cosas indecentes con el Sr. Kim, mi necesidad volviéndose más fuerte cada vez que él se pasa por mi casa.

El Sr. Kim Geonhak es el mejor amigo de mi padre y un compañero del ejército de hace mucho. Mi papá dimitió a su nombramiento hace años, pero el Sr. Kim había permanecido, haciendo toda la cosa de comando especial. Es todo un macho, como pintura de cara negra y andando a hurtadillas en medio de la noche para matar a tipos malos. Es capaz de sobrevivir únicamente a base de césped e insectos o algo así.

No es guapo para los estándares de hoy, no es un hombre larguirucho en vaqueros ajustados y toda esa cosa andrógina de ahora. Es varonil y simplemente hay algo en él que me hace humedecer cada vez que está a un brazo de distancia, causando que mi cuerpo tiemble con necesitad. Quizás es su cuerpo musculoso y tonificado, sus ojos felinos fundidores-de-alma o su enorme polla (la que fácilmente puedo reconocer cuando viste su traje de deporte). De cualquier manera, quiero saltar sobre sus huesos. De verdad.

Por supuesto el Sr. Kim no está interesado en mí. O al menos pretende que no lo está.

Para él, solo soy el niñito de su mejor amigo. Aunque en los últimos cuatro años he crecido de una figura delgada a un hombre joven plenamente dotado. Tengo un par de nalgas firmes que adoro acariciar y nalguear cuando me masturbo y unas piernas bien formadas que todos mis amigos envidian. Los chicos siempre quieren agarrar mi trasero, y los pervertidos más viejos no pueden quitar su mirada de él cuando camino cerca. No soy un puto, pero me gusta tentar. De acuerdo, quizás eso me empuja más cerca a ser un poco zorro, pero soy muy selectivo sobre con quién duermo. No follo a perdedores y siempre he estado interesado en hombres mayores.
        
Son más experimentados en la cama. Hay más en el sexo que sólo clavar tu polla en un agujero húmedo y empujarlo adentro y afuera. Ellos saben cómo comer a un hombre apropiadamente, cómo hacer que una ronda de sexo dure hasta bien entrada la noche. A diferencia de algunos chicos que he follado. Unos cuantos empujones y se vienen sobre mí. Ugh. Y el Sr. Kim, el objeto de mi deseo, es el único que parece que no puedo atraer para jugar al trenecito dentro de mis boxers.

Pero eso no me detiene de quererlo.

El Sr. Kim se divorció hace un par de años. El chisme es que su esposa lo dejó porque no podía soportar estar sola todo el tiempo. Lo que es pura mierda. El Sr. Kim con frecuencia se ha desplegado a diferentes países en el momento de notificación, pero nunca había dejado a su esposa por más que unos meses. Escuché rumores que Hana lo engañaba todo el tiempo. La gente habla.
                   
Atrapé a mi papi parloteando a sus  ella por teléfono sobre la manera en que Hana follaría a cualquier cosa que tuviera una polla. Desde el chico del correo, hasta el sórdido dueño del bar Mike's Cabin y hasta una stripper con un arnés. No podía entender qué clase de mujer podría querer divorciarse de un hombre como el Sr. Kim. Una perra idiota, aparentemente.

Me había alegrado en secreto cuando escuché la noticia que Hana había recibido al Sr. Kim con los papeles del divorcio. Eso me había dado el empujón que necesitaba para seducirlo. No sabía cómo ni cuándo, pero sabía que algún día él sería mío.

Por el último par de meses, le he enviado señales. Papá siempre lo invita a cenar cada domingo si está en el país, o cuando mi papá y sus amigos juegan póker. El Sr. Kim siempre hace lo mejor para ignorarme, pero el hombre está solo. Lo sé. Puedo verlo en sus ojos, carcomiéndolo. Sin embargo, su polla parece estar peleando con su cerebro siempre que dejo caer mis insinuaciones. Retorciéndose y llenándose cuando me inclino demasiado cerca.
                   
Él tiene que pensar que soy intocable. Siendo el hijo de su amigo y todo eso.

❝𝑺𝒖𝒄𝒊𝒐 𝑺𝒆𝒄𝒓𝒆𝒕𝒐 ; leeon❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora