Uno

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¿No se supone que mi corazón sólo tendría que ser encargado de bombear sangre y mantenerme con vida?

No entiendo como es que se desvió de su trabajo, y se involucró en las cosas del amor, quizá no se haya involucrado por sí mismo y todo sea a causa de mi cerebro, el hipotálamo, y todas esas cosas.

No se a que causa se deba su descontrol, lo que se es que este órgano vital se acelera cuando él habla, sonríe o se acerca a mi.

Él es tan hermoso.

Sus ojos marrón, sus labios color carmesí, esa mandíbula prominente, en fin, esas facciones perfectas y ese carácter descontrolado.

Él es perfecto para mi.

Es mi otra mitad, esa que dicen existe, esa otra media naranja, aunque para ser sinceros el es más perfecto que una naranja. Probablemente yo no sería una naranja si no un kiwi, y el bueno el una manzana roja representando la belleza y el pecado.

Sea como sea, mi corazón siente sensaciones extrañas y distintas cuando mis pupilas logran verlo, podría llegar, sin ser exagerada, al borde de un paro cardíaco.

Toda su persona provoca (aparte del aceleramiento de mi ritmo cardíaco), que mi estómago comience a sentir unas pequeñas cosquillas, las llamadas mariposas, aunque más allá que mariposas siento una estampida de animales salvajes descontrolados.

A lo mejor todo esto que siento se deba a una razón que nunca había experimentado.

Quizá sea eso aquello que llaman amor, probablemente sin darme cuenta...

Estoy enamorada.

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