Capítulo 10 (Lizzy)

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Toda la mañana me la pase en el cyber caffe tratando de averiguar la contraseña de la memoria pero me era imposible, mis padres habían resguardado muy bien la información, trate con todo lo que se ocurrió, desde las fechas de cumpleaños hasta cuantas mascotas habíamos tenido, pero nada lograba abrir el archivo.

Al final me di por vencida, no tenía tiempo suficiente ni dinero para pagar tantas horas, además tenía que buscar a mis hermanas que de seguro ya estarían en problemas.

Al salir del cyber caffe fui a la plaza del pueblo, no sabía donde buscar ni cómo contactarlas, quizás en ese lugar podría saber algo, en los pueblos chicos todo se sabe en cuestión de minutos y se darían cuenta si había dos locas sueltas por ahí.

Estuve toda la tarde en la plaza, ya casi estaba oscureciendo y no había comido nada, mi estomago estaba rugiendo por algo de comida, prácticamente estaba ignorando lo que me pedía mi estómago y trataba de ver donde iba a pasar la noche cuando unas señoras se sentaron en la banca de al lado y empezaron a hablar.

-te diste cuenta que en la casa de los Johnson se escuchó un grito, fue anoche, mi marido tuvo que tomar el camino que pasa cerca de su casa y lo escucho, todo raro

-sea quien sea que cayó ahí espero que salga con vida, esos adolescentes son unos demonios y ¿tu marido está bien?

-sí, por suerte mis hijos no salieron como ellos, pero que se puede esperar, la madre era una loca y el padre es un irresponsable jamás les dijo nada desde que se mudaron al pueblo

-dios nos tengan en su santa gloria y nos proteja de tales demonios

Me levanté y me acerque a las señoras, necesitaba averiguar un poco más, tal vez mis hermanas estaban allí.

-disculpen, no pude evitar oír lo que estaban hablando, ¿me podrían decir donde queda la casa de esos tal Johnson?

-para qué quieres saber niña, es mejor estar alejados y no relacionarse con ellos, aparte adentrarse al bosque es igual de peligroso

-por nada en especial, pero escuche que es una casa muy peculiar y en el colegio me pidieron fotos de lugares extraños, así que pensé que tal vez esa casa era la que necesitaba

-está en medio del bosque hacia el este, el río pasa por su casa, pero trata de no ir de noche es mucho más peligroso y si quieres tomar unas fotos hazlo desde lejos

-Mmmm... muchas gracias- me estaba yendo cuando vi a los guardias del convento, me di la vuelta y traté de esconderme un poco entre las personas del lugar, aunque parecía extraño lo que estaba haciendo, las señoras no me prestaron atención y siguieron hablando cuando otra persona se les unió.

-escucharon, ayer en el convento una de las niñas se suicidó, dijeron que sufría de depresión desde que perdió a sus padres y que otras tres niñas más se escaparon tras escuchar la noticia de su amiga, ¡pobre niños, sufren tanto!

-"¿quien se suicidó? las tres que se escaparon somos nosotras, de eso no tengo dudas pero ¿Quién es la que supuestamente se suicidó?"

Camine lo más lejos de la plaza tratando de esconderme de todos pero los guardias estaban por todos lados y las chicas del convento también estaban paseando por ser el día de salida, seguí a un par que siempre sabían todo, quizás se les escapaba algo importante que me ayudara a entender lo que había sucedido

-no crees que es sospechoso, yo no creo que se haya suicidado, tenía hermanos a quien cuidar, ella era muy protectora igual que las gemelas raras.

-desde que ellas llegaron todo se volvió raro, desde los guardias hasta el director, ¡todo! por suerte nos mantuvimos alejadas de ellas sino hubiésemos terminado como Ana María

-"¿la que se suicidó fue ella? ahora creo menos que fue un suicidio, tengo que encontrar a mis hermanas lo más rápido posible y salir de este lugar"

La noche había llegado y los guardias junto a las chicas se estaban retirando hacia el convento, me quedé en un callejón un rato para estar segura de que todos se habían ido.

Podría decir que era medianoche cuando decidí salir del callejón y me dirigí hacia el este, no fue difícil saber hacia dónde ir, solo hacía falta saber por donde se ocultaba el sol e ir al lado contrario, lógica simple.

Camine un buen rato tratando de ver y escuchar algo de lo que habían dicho esas señoras pero no encontraba ni el río ni el camino, estaba perdida en el bosque y parecía que no había señales de vida, pero estaba muy equivocada, escuche un gruñido y me di la vuelta viendo un lobo gris salvaje que me miraba y me mostraba sus dientes.

-lindo perrito, vete no soy saludable para que me comas- le decía retrocediendo de a poco sin apartar mi mirada de él, el lobo también se acercaba listo para atacarme así que me di la vuelta y empecé a correr lo más rápido posible, pero sabía que no podría escapar, esos animales era mucho más rápidos y yo estaba agotada, no había comido ni bebido nada durante todo el día.

Me había tropezado y caído varias veces haciendo que me lastimara las rodillas y las manos, pero me levantaba y seguía corriendo, en un momento escuche el sonido de agua corriendo así que me dirigí hacia el sonido pero mis piernas ya no podían más, cedían a cada paso que daba y el lobo aún me seguía, aunque estaba asustado y no sabía si avanzar hacia mi, no le busque más vuelta al asunto y seguí corriendo, aunque no se podría decir correr a lo que estaba haciendo.

Llegué al río y me apoyé en un árbol tratando de recuperar el aliento mi vista estaba empezando a nublarse pero trataba de despejar mi mente para no desmayarme hasta que escuche pisadas detrás mío gire rápido haciendo que todo de vueltas pero intente enfocar mi mirada.

-¿cómo saliste de la casa? eres diferente- su tono de voz era grave, estaba molesto, no pude ver bien quien era pero parece que se había topado con Ashley ya que nos había confundido

-Ashley...- mis ojos se cerraron y mi cuerpo cayó como peso muerto.

Luna RojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora