| 𝐑𝐨𝐠𝐞𝐫 𝐓𝐚𝐲𝐥𝐨𝐫 |

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─────────────────────[ 𝗘𝗹 𝘁𝗶𝗲𝗺𝗽𝗼 𝗻𝗼 𝗲𝘀𝗽𝗲𝗿𝗮 𝗻𝗮𝗱𝗶𝗲 ]─────────────────────Advertencia: puede ser un poquitín triste

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[ 𝗘𝗹 𝘁𝗶𝗲𝗺𝗽𝗼 𝗻𝗼 𝗲𝘀𝗽𝗲𝗿𝗮 𝗻𝗮𝗱𝗶𝗲 ]
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Advertencia: puede ser un poquitín triste. Escucha la canción de multimedia

La risa de la castaña retumbaba por toda la habitación, al igual que la de Roger. Una mañana tranquila para los enamorados, de esos días en los que simplemente disfrutaban de la compañía y calor del otro, tirados en el sofá hablando de temas triviales.

eso fue estúpido, realmente estúpido—dijo la chica sin poder contener su risa—¿en qué demonios estaban pensando?

—solo tratábamos de ayudar a que John consiguiera una cita esa noche, no nos importó las consecuencias—se defendió—pero mira, ahora él está casado.

—eso es lo único bueno de esa historia—la castaña se acomodó en los brazos de su chico quien pasó su mano por su cintura—y también gracias a John tú y yo somos pareja.

—sí, recuerdo la vez que te vi por primera vez. Demonios, me hiciste sentir cosas que jamás había imaginado—ella sonrió y se acercó más a los labios del chico.

Instantáneamente todo se desvaneció, volvió a la realidad y soltó la mano del chico colocado en aquel ataúd, limpió las lágrimas y se alejó dejando que todos los presentes pudieran despedirse de Roger, se acercó a Brian y John quienes al igual que ella contenían sus sollozos. 

—linda, es hora—Miami le indicó y ella asintió caminando a el piano que la esperaba para tocar una canción para su ahora difunto prometido. 

Todos se pusieron de pie, y ella hizo una pequeña reverencia para que tomaran asiento nuevamente, suspiró para evitar que su voz se quebrará a mitad de la canción que había escrito para su amado. Miró una vez más a sus amigos y ellos asintieron dándole apoyo, acercó sus temblorosas manos a las teclas y tomó aire una vez más.

—el tiempo no espera a nadie, el tiempo no espera a nadie. Todos debemos planear nuestras esperanzas juntos, o no tendremos futuro—comenzó a cantar—El tiempo, no espera a nadie.

Sus ojos comenzaron a picar, las lágrimas se acumulaban en sus ojos y salieron rodando traicioneramente.

—Roger—lo llamó apuntando la cámara hacia él y el rubio sonrió a su chica—saluda a los fans.

El chico hizo lo que su amada pidió, comenzando a saludar hacia la cámara, muy cerca de ella. Desde el inicio de Queen, a la chica con voz de ángel se le ocurrió la magnífica idea de hacer pequeños vídeos de sus aventuras fuera de los escenarios.

𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 𝐌𝐔𝐋𝐓𝐈𝐅𝐀𝐍𝐃𝐎𝐌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora