Mensajes.

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Bakugō se dirigía a su casa en tren, uno casi lleno

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Bakugō se dirigía a su casa en tren, uno casi lleno.

Su horario laboral había acabado hace poco y agradeció que no le quedaban muchas paradas para llegar, está cansada y quiere darse una buena ducha, comer y dormir. Katsuki decide revisar algunos mensajes que le había mandado su novia hace no mucho, en tanto trataba que ningún baboso se le arrimara.

Eran cuatro audios de, aproximadamente, 30 segundos o menos y eso le sorprendió. Eiji solía enviarle varios de dos minutos contándole su vida entre los "¿qué iba a decir?", los "Auch, ¡Cati!" y las "¡Aaah, casi me caigo!".

Cómo sea. Procedió a pegar el parlante en su oído cuando empezó a reproducirlos, no traía sus auriculares encima y se puteó por ello porque no podía escuchar música mientras viaja.

«—Hola, amor. ¿Cómo estás? Espero que bien y que vuelvas pronto. Catsuki y yo te extrañamos y te queremos mucho jaja, bueno aAH NO CATI-».

El ruidito le indico que empezó automáticamente el otro.

«—Te hablo para decirte que te amo y que quiero saber cómo estás. Espero que hayas tenido un buen día y hayas podido escuchar este audio aún sin auriculares...».

Bakugō frunce el ceño. Otra vez el ruidito.

«—Y a eso iba... Dejaste tus auriculares en la mesa y yoqueríadecirtequepuedoprestartelosmíossiquieresporque —pausa para inspirar— Catilosencontróybuenoesperoqueestesbien. Nos vemos, besos».

El ruido suena una última vez mientras ella aprieta el puente de su nariz.

«—Ah, y preparé tu platillo favorito para cenar... pero creo que se quemó. Mejor pedimos comida cuando vuelvas, te amo».

Esa noche, una gata rubia tuvo que dormir en el balcón y una chica pelirroja en el sillón, ninguna con cariñitos.

Esa noche, una gata rubia tuvo que dormir en el balcón y una chica pelirroja en el sillón, ninguna con cariñitos

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Peleas felinas | kiribakushima fem.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora