Capítulo 41

74 10 0
                                    

El sonido de la tierra y las hojas bajo sus pies era algo casi relajante e hipnótico. No sabía cómo había llegado ahí, pero ahora estaba frente a la entrada a Kattegat. Sus piernas se movían más rápido que su mente, no sabía que iba a hacer, decir, no había pensado en absoluto, ni al salir de su casa, ni tampoco al entrar en Kattegat.

El reino parecía estar más apagado, sin duda la falta de guerreros por el viaje de Björn era el principal motivo, pero no el único. El gran salón estaba en silencio, solo iluminado por la luz de la puerta al abrirse.

-Has vuelto... – La voz apagada de Torvi sobresaltó ligeramente a Ligia.

-He venido en cuanto me he enterado - Una pequeña lagrima se escapó, humedeciendo la mejilla de Torvi. Ligia se acercó para abrazarla. – ¿Cómo estás?

-Kai ha estado conmigo, me ha ayudado, él me convenció de no ir a luchar, por... - Acariciaba suavemente su vientre.

-Pero eso es una buena noticia... – Ligia sonreía con tristeza.

-Perdí a mi pequeño Hali, pero no perderé a este pequeñín y Gunnhild prometió cuidar de la pequeña Asa, solo espero que regresen pronto, esta angustia me destroza.

-Siento haber estado tan alejada...

-No te culpo - Torvi acarició la mano de Ligia. – Ven, vamos a comer algo y a descansar, te veo muy desmejorada.

-Sí, los mellizos han pasado mala noche, pero ya están mejor.

-Por cierto... - Torvi se mordió el labio como conteniéndose. – No sé si debería, pero sé lo que es descubrir algo demasiado tarde...

-¿Qué ocurre?

-Es sobre Ubbe y su... Su viaje - Torvi se sentó en una de las sillas. – Kai y yo hemos decidido viajar a descubrir las nuevas tierras, Melia nos acompañará... Ubbe también...

-Sabía que acabaría yéndose... - Ligia suspiró suavemente intentando ocultar el dolor que había invadido su corazón.

-Nos iremos en cuanto regrese Björn, después de la boda... Quiero que Björn pueda estar presente.

-También deseo estar presente... – Ligia abrazó a Torvi.

-¡Claro que vas a estar ahí! – El rostro de Torvi se ensombreció ligeramente. – Pero Kai quiere hablar de algo antes de la boda.

-No te preocupes...

-Pero...

-Torvi, creo saber qué quiere decirte, es una... Historia familiar... La cual no te puedo contar, debe ser él quien lo haga... Pero tranquila, él te quiere, si no, ten por seguro que ni se plantearía contarte tal secreto. Créeme, él te ama.

-Y tú... Has venido por...

-Cuando descubras nuestra historia lo comprenderás... Al menos en parte... De momento debo hablar con él... ¿Sabes dónde está?

-Ha salido al acantilado, desde hace varios días va allí a sentarse en silencio – Ligia se despidió con una ligera sonrisa mientras salía del gran salón.

Mucho tiempo había pasado desde la última vez que había pisado aquel camino, no podía evitar recordar aquel día, el rostro de Lorelei, el dolor de aquella despedida, la rabia que surgió en ella al ver la sonrisa torcida de aquel sádico, la ira al no acertar en el corazón de aquella víbora, el miedo... El miedo al chocar contra las aguas, aquel choque que los separó, ver como se hundía, el alivio al verle salir a la superficie.

-Pensé que jamás te vería de nuevo - Aquella voz la devolvió al mundo.

-Sabías que volvería.

The soul of the seaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora